La Feria Internacional del Libro (FIL) se propuso iniciar un nuevo recorrido este año. Con México como país invitado, más de 40.000 libros en venta y cerca de 70 invitados internacionales, promete convertirse en el hogar de los aficionados a la lectura y de quienes aún están por descubrir sus placeres.
La Antigua Aduana será la sede de la FIL desde mañana, viernes 23, y hasta el domingo 1.° de setiembre. Se celebrarán más de 200 actividades, entre presentaciones de libros, conciertos, shows para niños, obras de teatro, exposiciones de fotografía y humor gráfico, estrenos cinematográficos y encuentros de poetas y cronistas.
El programa completo está disponible en este enlace.
En esta ocasión, la FIL es una coproducción de la Cámara Costarricense del Libro, el Ministerio de Cultura y Juventud, y el Colegio de Costa Rica. Debido al apoyo estatal de ¢55 millones, la entrada será totalmente gratuita este año: todo su dinero podrá invertirlo en libros.
Como símbolo de la gratuidad de la entrada, una escultura interactiva de Paco Cervilla estará repleta de libros en el vestíbulo de la Aduana. “Si usted sale de la FIL y no pudo comprarse un libro, se lleva el que más le guste y trae otro al día siguiente y, así, promueve el intercambio de libros”, explica la directora creativa de la FIL, Karina Salguero.
Esta FIL plantea, asegura Salguero, una nueva visión de lo que debe ser una feria del libro con perspectivas internacionales. “La FIL era algo muy cercano a una gran oferta de libros, pero, en realidad, la feria debe promover la cultura, la lectura y albergar los discursos que no tienen espacios”, comenta.
Con el asesoramiento de Nubia Macías, exdirectora de la FIL de Guadalajara –una de las principales del mundo–, se desarrolló una propuesta que incluye a múltiples expresiones literarias y artísticas, y que pone el acento sobre la promoción de la lectura. “Lea como quiera: el contenido es lo que importa, no si es un iPad, en un libro; como sea, pero lea”, dijo Salguero.
Recorrer la feria. La FIL se plantea como un espacio para descubrir. En la Aduana estarán los puestos de las principales librerías del país, con sus respectivos descuentos, novedades y actividades especiales. Habrá tres opciones en el área de comidas y una zona para la literatura infantil creada por Libros para Todos, del Grupo Nación.
La pieza central será, por supuesto, el Pabellón de México, un salón dedicado a 6.000 libros de las mejores letras del país invitado. Allí, habrá publicaciones traídas por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, que ha coordinado la visita de 25 literatos mexicanos.
“Hay tres ejes principales en la feria: los bloques de la mañana, con visitas guiadas con escuelas; en la tarde, hay una programación curada para jóvenes y adolescentes, y en la noche, serán los conversatorios, encuentros de poetas”, dijo Salguero.
Por su parte, el Colegio de Costa Rica ofrecerá distintos cursos, como edición alternativa, poesía, periodismo narrativo y otras ramas de la literatura. Tendrán un puesto con información en la Aduana.
Si busca un libro en particular, acérquese a preguntar; si busca sorprenderse, piérdase entre los estantes. Durante 10 días, no habrá excusa para no leer.