El cáncer deja a dos jóvenes bajo la misma estrella

Una enfermedad de pronóstico reservado como el cáncer podría ser una sentencia final para la mayoría, pero para Hazel y Gustavo, los protagonistas de la película Bajo la misma estrella es el factor que marca el inicio de un romance inolvidable.

Un grupo de apoyo para pacientes con cáncer cruza los caminos de Hazel (Shailene Woodley), de 16 años, y Gus (Ansel Elgort). Ella padece un cáncer de pulmón y, aunque un milagro médico permitió reducir el tamaño del tumor y darle unos años más de vida, nunca ha dejado de considerarse paciente terminal. Él sufrió un cáncer de tiroides a los 14 años que obligó a amputarle una pierna, pero llega a la agrupación para acompañar a su amigo Isaac, quien sufre de cáncer en los ojos.

“El director Josh Boone hace un maravilloso trabajo al celebrar el sentimentalismo sin rehuir a los más duros momentos. El ritmo, la música y la edición son de primera clase”, señaló el crítico de cine del Chicago Sun Times , Richard Roeper, quien le otorgó la máxima calificación.

Hazel y Gus comienzan a compartir sus miedos, pero también su amor por los libros, en especial An Imperial Affliction , el preferido de la muchacha. Para complacerla, el chico consigue los datos de contacto del autor Peter Van Houten y logra concretar una cita para conocerlo en Ámsterdam.

“Gus está determinado a llevar a Hazel a un viaje que contestará todas las preguntas que tiene acerca del libro que ha significado tanto para ella a lo largo de su vida. Pero las respuestas que está buscando no provienen de Peter Van Houten; vienen de vivir una gran aventura que Hazel comparte con alguien a quien no le da miedo amar —situación que les ha dado a ambos lo que ella llama un “pequeño infinito; un para siempre dentro de sus días contados”, detallan las notas de producción.

Literatura. La película está basada en el best-seller The Fault in Our Stars (2012), del novelista John Green, quien comenzó a escribir la historia luego de haber visitado un hospital para niños. Entonces, le surgió la idea de crear personajes que tuvieran la misma chispa y que se involucraran en una relación sentimental.

Al inicio, Green se mostró reacio a vender los derechos, pero luego se terminó aliando con el productor Wyck Godfrey, de Crepúsculo .

Desde el año pasado, el libro tiene un club de fans en Costa Rica, integrado por más de 2.100 miembros, cuyas edades van de los 15 a los 34 años.

“Lo que lo hace atractivo es la historia de los dos principales, que son dos chicos con cáncer. Desde un principio se piensa que ella es la que se puede llegar a morir en algún momento, pero la historia da un giro total”, comenta Joyce Maltés, de 21 años y miembro del club.

En su criterio, el filme se apega perfectamente a la historia escrita por Green, por lo que no salió decepcionada el martes, tras la premier en Cinemark. “Lo que me gustó más es que hayan tomado en cuenta al escritor, estuvo muy pegado a la película. Uno sabía que todos los detalles eran cosas que estaban en el libro”, agregó la joven.