Los viernes por la tarde, en San José, son especiales para que los adultos mayores se apunten a mover las caderas, como en los mejores tiempos de los salones de baile en Costa Rica.
Los Crepúsculos Románticos, organizados por la Municipalidad de San José, son la cita perfecta para que los abuelitos y abuelitas vayan a bailar al ritmo de boleros, chachachá, danzón, paso doble, vals y hasta merengue, para rememorar sus épocas de juventud.
La actividad es gratuita y al aire libre, se realiza en el polideportivo de barrio Aranjuez, que queda ubicado a un costado del colegio México.
El único requisito es ser mayor de 50 años; si lo ven muy jovencito, le piden cédula.
“La idea surgió hace cinco años cuando la actriz Haydée De Lev presentó el proyecto”, comentó María José Callejas, del departamento de servicios culturales de la Municipalidad de San José.
El polideportivo es amplio y además está techado por aquello de las lluvias durante el año; no hay viernes que no se baile en Aranjuez.
“Es un espacio abierto, tiene techo pero no tiene paredes, por lo que no hace calor. Además, es muy amplio, puede albergar a unas 1.000 personas”, aseguró Callejas.
Buena música. Para los bailes, una discomóvil especializada es la encargada de poner los diferentes ritmos musicales que sean del agrado de todos los adultos mayores.
“A ellos les gusta que le pongan la canción completa, que les den un espacio después de cada una de las canciones para aplaudir y saludarse entre baile y baile. La persona encargada de poner la música cumple con todos esos gustos”, comentó Callejas.
Además, como un punto a favor de la organización de esta linda actividad es que es exclusiva para adultos mayores, si alguien más jovencito quiere ir, puede hacerlo, pero el baile es solo para los mayorcitos.
“Los señores han ido perdiendo sus espacios para entretenerse, las discotecas van siendo tomadas por la juventud y ellos (los adultos mayores) no tienen donde bailar. Por esta razón les damos este espacio”, dijo la representante municipal.
Buena aceptación. El pasado 14 de febrero, la actividad cumplió cinco años ininterrumpidos de llevar alegría a los señores, y ese día registraron un total de 900 bailarines.
Según Callejas, en un “baile normal” llegan al rededor de 350 personas al polideportivo.
Ahí se comparten historias, recuerdos y gustos musicales... Todos los que quieran llegar están invitados.