Pierre Mateo pmateo@afsj.net
La adaptación animada de la obra maestra de Antoine de Saint-Exupéry celebra este año sus 72 años y estará pronto en los cines de Costa Rica. Lo menos que se puede decir es que hacía falta coraje, y una vena de loco, para llevar a la pantalla una historia tan intemporal como la de El principito. Cerca de diez años fueron necesarios para ver nacer este espectáculo sobre la gran pantalla.
Recordemos que El principito es una novela corta de Antoine de Saint-Exupéry publicada en 1943. Se ha convertido en el libro escrito en francés más leído en el mundo; a su vez, ha sido el más vertido a otras lenguas pues se lo ha traducido a más de 250 idiomas y dialectos, incluido el sistema Braille.
La obra también se ha convertido en uno de los libros más difundidos de todos los tiempos pues se han vendido más de 145 millones de ejemplares en todo el mundo: más de un millón por año.
El argumento. Un piloto se encuentra perdido en el desierto del Sahara luego de que su avión sufriera una avería, pero, para su sorpresa, allí conoce a un pequeño príncipe proveniente de otro planeta. La historia tiene una temática filosófica donde se incluyen críticas sociales dirigidas a la “extrañeza” con la que los adultos ven las cosas.
A pesar de que se lo considera un libro infantil por la forma en la que se escribió, también posee observaciones profundas sobre la vida y la naturaleza humanas. Esto se puede ejemplificar con el encuentro entre el principito y el zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas.
De hecho, la esencia misma del libro se encuentra reflejada en el secreto que el zorro le obsequia al principito: “Sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”.
La película de animación El principito –presentada fuera de concurso en el Festival de Cannes– no pretende ser una versión más de esta historia archiconocida, sino retratar cómo el libro afecta a quienes lo leen y acercarlo a quienes aún no lo han hecho.
La cinta fue dirigida por Mark Osborne, realizador de Kung fu panda , y cuenta la historia de una niña cuya madre ya ha planificado cada minuto del futuro de su existencia, encaminada a obtener el éxito en los estudios y después en su profesión.
La pequeña conocerá de pronto a su nuevo vecino, un excéntrico aviador que la introducirá en el mágico mundo de El principito ayudándola a mirar las estrellas de una forma distinta.
La película está rodada con técnicas muy diferentes para los dos relatos paralelos: por un lado, la “realidad” de la niña y el aviador se narró con animación mediante computadora, mientras que la animación co n stop motion se utilizó para los fragmentos que reconstruyen la historia original del libro.
El resultado es una bella película, más dirigida a un público infantil que a uno adulto, que logró un prolongado aplauso en su estreno en el Festival de Cannes.
Revelaciones . Les cuento tres secretos del rodaje:
1. La particularidad de la cinta reside en la combinación de la técnica stop motion con la de la imagen de síntesis clásica. La stop motion se aplica en las escenas donde el aviador loco cuenta la historia del libro a la niña.
El realizador explica que sintió ganas de seguir lo más cercanamente posible, con sus dibujos animados, a las acuarelas originales diseminadas en la novela.
Esa técnica de animación también ofreció la posibilidad de transmitir un mensaje poético y rico en colores pastel y en texturas (unas figurillas de papel, una bufanda que flota al viento, la naturaleza que se anima...).
2. Antes de la versión de Osborne, el cuento filosófico e intergeneracional conoció numerosas adaptaciones para el cine, para la televisión y sobre los escenarios.
El realizador lituano Arünas Zebriünasn filmó la primera adaptación de la novela a la gran pantalla en 1966. Con el nombre de Mazasis princas , la película se exhibió en 1994. Bajo la dirección de Stanley Donen, El principito fue objeto de la cinta musical The Little Prince (1974).
3. Al principio, el productor francés Dimitri Rassam –hijo de la actriz Carole Bouquet– imaginó llevar este proyecto al cine. El camino fue largo desde que el productor y Aton Soumache ( Renacimiento , Los prodigios ) adquirieron los derechos en 2007.
Osborne acababa de lanzar Kung fu panda cuando Rassam y Soumache se dijeron que habían encontrado a la persona adecuada para adaptar esta novela universal.
Una vez que eligieron al realizador, hicieron falta cuatro años para poner en pie el guion: un trabajo titánico con un presupuesto de 60 millones de dólares.
Osborne opinó que el mejor modo de ilustrar El principito era mostrar, primero, su dialéctica entre el lector y la obra; segundo, denotar hasta qué punto el libro de Saint-Exupéry, originando imágenes indestructibles en un cerebro infantil, es un verdadero libro mitológico, un prisma que le permite a un niño entender la realidad, como la Odisea.
Aquella es una dialéctica narrativa, pero también, y sobre todo, dialéctica de cine gracias al contraste entre el papel y la animación en tres dimensiones, que funciona brillantemente.
En la Alianza Francesa tenemos previsto un espectáculo musical sobre El principito el 2 miércoles de setiembre a las 7 p. m., día anterior a su estreno. Para más información puede escribirse a mediateca@afsj.net
El autor es director de la Alianza Francesa en Costa Rica.