Descendents se presenta por primera vez en Costa Rica esta noche en Pepers Club (Zapote) a las 7:30 p. m.
La banda de punk rock, que se formó en 1978 por cuatro jóvenes que empezaron a componer en una cochera de los suburbios de California, promete hacer un repaso por su temas más emblemáticos del disco Milo Goes To College (1982), pero con tintes de su más reciente producción de estudio Hypercaffium Spazzinate que se estrenó este año.
Sus pegajosas canciones sobre la adolescencia, el colegio y la adicción a la cafeína influenciaron a bandas como Green Day, The Offspring, Blink 182 y Strung Out.
Sin embargo, a pesar del éxito prematuro, la carrera de Descendent se caracterizó por largas pausas y reuniones esporádicas para componer un álbum. En realidad para el cuarteto la música nunca fue una prioridad... hasta ahora.
La Nación conversó con el cantante de la agrupación, Milo Aukerman, quien ostenta un doctorado en bioquímica. A sus 53 años cambió los tubos de ensayo por un micrófono y se volvió a lanzar a los escenarios con sus amigos de juventud.
Esta reunión se gestó tras la recuperación del baterista Bill Stevenson, quien fue operado de un tumor en el cerebro en el 2011 y desde entonces asegura que quiere vivir lo que le resta de vida en los escenarios con sus amigos.
– Es difícil de imaginar a un cantante de 'punk' que tenga un doctorado en bioquímica ¿Cómo logra el balance entre sus dos carreras?
– Es difícil ser ambos al mismo tiempo. En los últimos años lo maneje porque las giras no eran tan largas, pero en los noventas, si queríamos hacer algo como banda, teníamos que irnos de tour por tres meses, lo cual era imposible si quería hacer una carrera en la ciencia.
Pero en el 2010 tocábamos un par de show y luego volvíamos con nuestra familias y a nuestros trabajos. Le puedo decir que en ambas carreras encontré el espacio para desarrollar mi lado creativo, desde mi punto de vista uno puede ser creativo en la ciencia como en la música.
– ¿Por qué este año se decantó por la música?
– En los últimos dos años trabajé para una corporación haciendo investigación industrial, era muy abrumador y monótono. Realmente no era feliz siguiendo las órdenes de la compañía, era infeliz. En ese entonces solo contaba los días para irme de gira nuevamente con la banda y despejarme. Al final me despidieron en enero y lo primero que hice fue devolver los artículos de la compañía y recoger a Bill al aeropuerto para empezar nuevamente a grabar. Ni siquiera tomé vacaciones terminé mi contrato con la compañía y empecé a dedicarme de lleno a la música.
– ¿Cuánto tanto influyó la recuperación Bill para que la banda se volviera a reunir?
– Cuando le removieron el tumor cerebral a Bill fue un nuevo renacer para él y para la banda. Me llamó como si fuera una nueva persona y me dijo que nos dejamos de tonterías y que reunamos a la banda una vez más.
Antes de eso, parecía que estaba en otra parte, no podía ver ni componer. El tumor también derivó en cientos de problemas de salud como la diabetes.
– La gente que los escuchó en la década de los setenta ahora son adultos de 40 o 50 años que difícilmente escuchen punk ¿Cómo dirigirse a las nuevas audiencias?
– Nosotros no nos enfocamos en una audiencia. Nosotros solo hacemos música que nos gusta, entonces a través de los años hemos envejecido, obviamente, pero a pesar de eso a nosotros todavía nos gusta tocar música lo más rápido que se pueda. Me iré a la tumba escuchando música Punk Rock. A pesar de que nosotros nos hemos vuelto viejos nuestra música se mantiene juvenil.
Las letras envejecen con nosotros, porque ya no voy a escribir una canción del colegio sino sobre mi familia o sobre la muerte. La gente joven aún se puede identificar con nuestras canciones porque a pesar de tener el pelo más gris no hemos perdido esa energía.
– ¿Cómo ha cambiado la letra desde aquel primer álbum en 1982 y el más reciente?
– Con nuestras canciones siempre nos hemos sacado algo del pecho, hablamos de nuestras vidas. En el 2010 empezamos a tocar nuevamente y la razón por la que hicimos esto es porque a Bill Stevenson (baterista) le detectaron un tumor en la cabeza y por suerte se lo quitaron a tiempo.
Después de la operación fue una llamada de atención para nuestras vidas para volver a hacer lo que más nos llena de alegría a los cuatro. Esa situación me inspiró para escribir la canción The Comeback Kid, que trata del regreso del Billy que todos amamos.
– Hasta el momento han recorrido Argentina, Brasil y Chile ¿Cómo ha sido esa primera experiencia en América Latina?
– Ha sido fabuloso, nunca hemos estado como banda en Latinoamérica. Creo que todos estaban muy emocionados por vernos. Estoy asombrado por la hospitalidad de la gente que nos ha acogido, por ejemplo, ayer (miércoles para los lectores) tocamos en Chile y un fan llegó al hotel solo para decirnos que había manejado 40 horas para ir a nuestro concierto, no teníamos idea el impacto que íbamos a generar.
– ¿Cómo describiría a Descendents?
– Somos cuatro amigos de toda la vida que aman tocar juntos. La única razón por la que seguimos en la banda es por el amor a la música punk rock.
– ¿Qué podemos esperar para el concierto de esta noche?
– En cada concierto siempre gastamos toda nuestra energía, queremos terminar empapados en sudor y quedar sin aliento. Tocaremos muchas canciones viejas y también dejaremos espacio para las del último álbum. Hicimos este álbum porque queríamos tener algo nuevo que tocar. Ha sido todo un desafío porque las canciones nuevas son más difíciles. Les prometo que la van a pasar genial.