De las 274 familias que aún residen en el Triángulo de Solidaridad, en Goicoechea, y deben abandonar el precario, 34 serán reubicadas dentro de un mes en distintas partes del país.
El éxodo de ese asentamiento es vital para que avancen las obras de diseño del tramo norte de la carretera de Circunvalación, que pasará justo por el lugar donde un grupo de personas se asentó hace 15 años.
Las familias recibirán casas, que podrán escoger entre varias que ya están construidas en 19 cantones del país. Otros siete grupos familiares se sumarían poco después a las 34, pues sus viviendas están casi listas.
Con el fin de protegerlas de malos tratos en los lugares a los que lleguen, el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos (Mivah) ha evitado decir cuáles son esos cantones.
Para que los trabajos en Circunvalación puedan iniciar, faltaría mover a otras 16 familias, a quienes se les pagaría un alquiler, temporalmente, en caso de que hubiera atrasos en la entrega de las viviendas.
Rosendo Pujol, ministro de Vivienda, informó de que harán a tiempo los traslados para que las autoridades puedan realizar las perforaciones de terreno necesarias y así se pueda concluir el diseño de la carretera.
Atraso. La reubicación de familias debió iniciarse desde diciembre del 2014 para cumplir con la meta inicial del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), que pretendía comenzar la construcción del tramo norte de esa vía en marzo del año pasado. Empero, las primeras salidas del precario ocurrieron hasta julio del 2015, cuando se entregaron las primeras 17 viviendas.
Desde ese momento, la marcha se ha concretado esporádicamente y en grupos pequeños.
Pujol explicó a La Nación que los atrasos se deben a complicaciones del sistema de compras públicas e incumplimientos de las empresas constructoras, situaciones en las que el Gobierno no tiene el control.
La semana anterior, las autoridades afirmaron que, según sus registros, han trasladado 32 hogares y otros 16 se marcharon por sus propios medios.
La carretera de Circunvalación cumple 40 años de estar inconclusa, condición que, sumada a la cantidad de vehículos que transitan cada día por la Gran Área Metropolitana (GAM), hacen coincidir al Gobierno y a expertos en que, aunque la vía se complete, ya estará obsoleta.