Redacción
En el primer semestre del 2015, la Policía de Tránsito remitió al Ministerio Público a 975 conductores que conducían en estado de ebriedad.
En este año 15 personas perdieron la vida en accidentes vinculados a un aparente estado de ebriedad del conductor del vehículo. Este número se incrementó en cinco casos con respecto al primer semestre del 2014, cuando murieron 10 personas.
Esos 975 conductores dan en promedio cinco choferes por día detenidos y enviados al Ministerio Público.
Durante el primer semestre de 2015, se realizaron 9.359 pruebas de nivel de alcohol.
Igualmente, 163 personas fueron multadas con ¢306.448.70, tras ser sorprendidos conduciendo bajo los efectos del alcohol, pero sin alcanzar un nivel de conducta penal, que los habría enviado a los Tribunales de Justicia.
Si un conductor registra entre 0,50 y 0,75 gramos de alcohol en una prueba de aire aspirado, o entre 0,25 y 0,38 miligramos en la prueba de sangre, se le multa con ¢306.448.70 y se le quitan seis puntos en la licencia. En caso de superar dichas cifras se toman medidas penales.
"Se enojan porque los detuvimos, visualizando solo la sanción económica o penal, sin darse cuenta que esos oficiales posiblemente les salvaron la vida o los libró de un cargo de conciencia para toda la vida, si hubiesen llegado a matar o herir a otra persona", explicó Mario Calderón, Director de la Policía de Tránsito.