Un grupo de vecinos de Acosta se niega rotundamente a aceptar la construcción de otra planta hidroeléctrica en su cantón, con el alegato de que traería consigo daños irreparables.
“Me pueden meter a la cárcel si quieren, pero mientras yo esté vivo no se hará ni uno más de esos proyectos. No podemos hacerle esto a los jóvenes, sería imperdonable”, manifestó Romaín Sánchez, de 63 años, vecino de Las Vegas de Acosta.
La negativa de los pobladores es de los principales motivos por los que la compañía privada Hidroenergía del Pacífico (Hidropa) aún no ha podido arrancar con el proyecto que impulsa desde el 2009: el PH Parritón.
Esa planta, de 43 megavatios (MW) de capacidad instalada, aprovecharía la caída de aguas del proyecto hidroeléctrico Pirrís, propiedad del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Según Rogelio Castro, representante de la firma que realiza los estudios técnicos para Parritón (Geoingeniería), la obra sería posible mediante capital costarricense y consta de una presa sobre el río, un túnel de seis kilómetros y una casa de máquinas.
“Esto es de sumo interés para el ICE pues optimizaría la cuenca y generará un impacto mínimo al ambiente. Ha sido muy triste porque uno cumple con todo y las cosas caminan lentamente”, dijo.
Reclaman. Algunos vecinos dicen tomar como referencia lo vivido con Pirrís para descartar una segunda planta alrededor.
La planta del ICE, de 134 MW, se estrenó en setiembre del 2011. Está ubicada entre la zona de Los Santos, San José, y Parrita, en Puntarenas.
“Aquí se perdió la tranquilidad; la gente se bañaba en el río Pirrís y había un negocio alrededor de eso. Había hasta rafting . Ahora el agua suele ser muy escasa y viene contaminada, hedionda”, opinó Jansi Fernández.
Otros como Deivin Sánchez aseguraron que, además de “secarles el agua” la represa atraería a gente desconocida e inyectaría inseguridad en todo el cantón.
Según Osvaldo Durán, de la Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente (Fecon), Parritón afectaría directamente a las comunidades Las Vegas y Bijagual de Acosta, pero las indirectas serían muchas más.
Hidropa inició trámites en la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) en octubre del 2009. En una carta del 24 de febrero del 2012, Luis Durán, Freddy Garro y Víctor Morales, alcaldes de Acosta, Parrita y Aserrí, respectivamente, solicitaron a la Setena que convocara a una audiencia pública en Las Vegas, puesto que ahí se desconocía el plan.
En febrero del 2013, la comisión plenaria de Setena avaló la sustitución de esa audiencia por un proceso participativo interactivo que, aunque se hizo, fue apelado por los alcaldes y vecinos.
Óscar Umaña, miembro del equipo evaluador, aseguró ayer que aún no se ha otorgado la viabilidad ambiental al proyecto; el caso está bajo análisis porque hacía falta el componente social.
“La socióloga de nuestro equipo determinó que el requisito social por parte de la empresa estaba incompleto; la comisión plenaria pidió cuentas al desarrollador y en eso se está ahora”, dijo.
Rogelio Castro aseguró que han seguido los pasos para involucrar a las comunidades y que los detractores no tienen argumentos para oponerse; más bien se crearía empleo, mejoras sociales y de infraestructura.