Los puriscaleños deben jugar todas sus cartas para sobrevivir con cuatro horas de agua diarias, en tiempos en que los racionamientos en el resto del país son relativamente escasos.
Los días de muchos de los 36.000 habitantes del cantón josefino están a secas, porque en ese territorio, simplemente, no existen fuentes de agua: ni subterráneas ni superficiales.
“El racionamiento ahí (desde Puriscal hasta Acosta) no se da por falta de infraestructura propia, sino por una imposibilidad de capacidad hídrica, no hay fuentes locales”, dijo Yamileth Astorga, jerarca del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
Mientras las autoridades corren para buscar soluciones, decenas de vecinos reclaman que muy cerca de ellos, existen barrios “privilegiados”, que según ubicación y altitud, reciben más horas de agua al día o no sufren recortes del todo.
Eso lo comprobó La Nación ayer, mediante un recorrido por Puriscal. La forma más común de lidiar con el problema ha sido la compra de tanques de almacenamiento.
“¿Por qué les dan a algunos y a otros no? Mejor agarren todo el agua y repartan poquitos a todos. Es más justo”, dijo Hugo Jiménez, vecino del barrio San Antonio Abajo, donde dicen padecer cortes de hasta 22 horas.
En su cantón, la falta de agua no es nueva, llegó hace 10 años, empeoró hace dos y alcanzó puntos críticos a inicios de este año. La desesperación ha impulsado a algunos ciudadanos a presentar recursos de amparo contra las autoridades ante la Sala Cuarta.
¿Qué proponen? Acueductos baraja la opción de bombear agua a la zona desde el área metropolitana, pero eso no se haría, sino hasta que se mejore ese sistema.
“Hasta que no mejoremos el sistema nuestro, es un imposible decir que vamos a mejorar el sistema de ellos”, dijo Astorga.
El alcalde del cantón, Manuel Espinoza, explicó que hasta ahora se ha enfocado en proteger y denunciar daños ambientales en los cerros de Palmichal de Acosta, cuyos acuíferos cubren al 60% de los puriscaleños. Otra fuente vital, pero más pequeña, se ubica en el distrito Desamparaditos.
Espinoza opinó que en el AyA están “mal informados” porque existen, al menos, tres ríos en su cantón que podrían ser captados, pero faltan estudios y muchísimo dinero para habilitarlos.
El alcalde exige que se le otorguen 18 litros por segundo (L/s) que son desviados desde Palmichal hasta el cantón de Mora.
Esta crisis no solo toca al AyA. Los distritos al sur de Puriscal, Mercedes Sur y Chires (con acueductos rurales) serían atractivos para el desarrollo económico, pero el caudal de sus fuentes ha caído en más del 50%.
Una opción atractiva para alivianarlo sería explotar pequeñas fuentes en el Parque Nacional La Cangreja. Aunque el municipio, el AyA y el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) coinciden en que esa sería una solución real, la Procuraduría General de la República les impide explotarla, por estar en zona protegida.
“Esa es la única fuente que podríamos explotar, y resulta que no nos permiten (...). Es terrible que haya comunidades sin agua y que la tengamos en áreas de protección, pero no nos permitan captarla”, dijo Astorga, y señaló que esa situación les ha impedido desarrollar varios proyectos similares en otras zonas del país.