El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, fue claro: durante su gestión no apoyará la explotación geotérmica en los parques nacionales. Esa discusión, apuntó, es innecesaria.
Eso significa que, en 19% de territorio protegido, ni el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), ni generadores privados podrán hacer uso del calor en el interior de la tierra como forma de energía constante.
Solís comunicó su decisión la semana pasada, en el foro de diálogo sobre el tema energético que organiza el Ministerio de Ambiente y Energía. Los resultados de la mesa servirían de insumo para la política nacional sobre energía.
Aunque no impiden su avance, las palabras del mandatario restan fuerza a los tres proyectos de ley sobre geotermia, bajo análisis en la Asamblea Legislativa.
Mediante dos de ellos (18.182 y 19.339), el Movimiento Libertario (ML) pretende la explotación de esa fuente de energía en todo el territorio nacional, por parte del Instituto y de firmas privadas.
Con el proyecto 19.233, en cambio, los diputados Ottón Solís y Javier Cambronero, del Partido Acción Ciudadana (PAC), buscan que esta se autorice en cualquier rincón de los parques, pero solo en manos del ICE y mediante rigurosos requisitos ambientales.
La geotermia –fuera de zonas protegidas– se desarrolla aquí desde 1977 y es la segunda fuente de generación. Su capacidad instalada es de 217 megavatios.
Sorprendió. A los diputados impulsores de la geotermia les tomó por sorpresa la posición del Ejecutivo, sobre todo porque enterró lo impulsado por Cambronero, subjefe de la bancada oficialista.
Ottón Solís aseguró que Melvin Jiménez, ministro de la Presidencia, le demostró su apoyo en conversaciones previas.
“Me sorprende, claro que preocupa la posición. Hay que abrir todas las opciones posibles cuando se trata de energías amigables que generan empleo. El proyecto seguirá, pero sin el apoyo de la Presidencia pierde fuerza”, dijo.
A criterio del libertario Otto Guevara, al descartar la geotermia en parques, Solís incurrió en una severa contradicción con respecto a lo dicho en campaña.
Agregó que su último proyecto “versión mejorada” (el 19.339) aún tiene posibilidades de coincidir con el interés de Presidencia.
“Si esto ya se decidió, entonces aprobemos el plan del ML, pero excluyamos, mediante mociones, los parques nacionales. Que se permita la geotermia en todo el resto del territorio, por parte de públicos y privados”, manifestó.
Ottón Solís cuestionó la utilidad de la mesa de diálogo. En octubre, el Ejecutivo se comprometió a posponer toda decisión sobre energía al menos hasta marzo, cuando hayan concluido las sesiones y esté lista la política nacional para los próximos 35 años.
“Es difícil entender si es que ya la mesa – que el Gobierno mismo instaló– no juega ningún papel o cómo es que opera”, dijo.
Esta es la segunda vez que el Gobierno adelanta criterio; lo hizo en noviembre, al enterrar la Ley de Contingencia Eléctrica. Ese plan habría permitido una mayor participación privada.
El ICE se concentra en las plantas Pailas II y Borinquen I y II. Carlos Obregón, jerarca de la entidad, dijo que respeta las decisiones del Ejecutivo y el Congreso, y aseguró que levantará esos proyectos “con las mejores prácticas de desarrollo sostenible y armonía con la naturaleza”.