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Jóvenes que dejaron el colegio reciben puntualmente las becas de Avancemos, mientras algunos de los que sí estudian aún esperan.
Estas son otras debilidades del programa que quedaron al descubierto en consultas hechas a los colegios de Jicaral, Nandayure y Siquirres.
Joaquín Jiménez, orientador del colegio de Jicaral, Puntarenas, dijo que 240 alumnos recibieron becas, de los cuales 36 dejaron hace meses las aulas.
“Tenemos 240 estudiantes con beca de Avancemos y, de esos, 36 no deberían recibir mes a mes el dinero porque ya no están acá o, ni siquiera, se matricularon durante este año”, dijo Jiménez.
Una historia similar contó Yamileth Garnier, coordinadora del programa de becas del colegio de Nandayure: “Tengo 19 estudiantes que desertaron, sus becas podrían ser aprovechadas por otros que sí están dentro del colegio”.
A la espera. Mientras hay desertores con cuentas bancarias activas, Pablo Flores carece de noticias de la ayuda solicitada.
Este joven es alumno de décimo del Liceo Diurno de Esparza, Puntarenas y, para seguir estudiando, trabaja horas antes de que se inicien sus clases.
“Me levanto en la madrugada, y me voy a cargar y descargar un camión de la Big Cola (refrescos) para ayudarme en mis estudios. No entiendo por qué no me ha llegado aún la beca”, se quejó.
A Flores, el comité de becas de su colegio le aprobó el beneficio porque su familia es pobre.
“Desde mayo, tramitamos su beca con Fonabe (Fondo Nacional de Becas adscrito al Ministerio de Educación), pero no le han depositado nada, aunque sí le depositaron a los demás muchachos que iban en la misma lista”, dijo Litzy Marín, orientadora del liceo.
Sobre casos como el de Flores, la presidenta del Fonabe, Anabelle Castillo, indicó que si algún joven no recibe aún el beneficio es por algún error en el trámite.
“Los datos de todos los alumnos ya se procesaron, y se mandaron en agosto las últimas listas de los nuevos becados. Si alguien no tiene su beca puede poner su denuncia porque quizás faltó algún dato en su solicitud”, manifestó.
Desertores beneficiados. Al consultársele sobre si es factible que un desertor mantenga su beca, la jerarca sí reconoció la existencia de dichos casos.
“Sí hay problemas de ese tipo, pero se manda tres veces al año una lista de becados a cada colegio, y el centro educativo devuelve esta lista señalando a los desertores. Ya se envió la de setiembre”, dijo.
Sin embargo, el viaje de la lista es lento porque se hace a través de las direcciones regionales del Ministerio de Educación que remiten el documento a cada colegio.
Luego, cada centro educativo se encarga de devolver el documento a Fonabe por sus medios.
Dicho trámite de envío, recepción y procesamiento de la lista tarda al menos dos meses.
Por ejemplo, Castillo indicó que las listas enviadas entre enero y febrero se terminaron de verificar entre marzo y abril. Lo anterior hace posible que un joven becado deje las aulas, y la información llegue meses después a Fonabe.
Como solución, el presidente del IMAS, José Antonio Li, introducirá en el 2009 un cambio, ahora que Avancemos será manejado por completo desde esa entidad.
“Vamos a darles a los orientadores una clave para que ingresen a la página de Internet de Avancemos, una vez ahí, podrán revisar la lista de sus becados, y digitar los nombres de quienes dejaron hace semanas las aulas”, dijo.
Li indicó que es un sistema factible porque “en todo lado hay ahora cafés con Internet”.
Sin embargo, para Castillo el sistema de las listas tenía su justificación porque hay colegios en lugares muy alejados.
“Nosotros empleamos las Direcciones Regionales del Ministerio de Educación para llegar hasta las zonas más distantes, como una telesecundaria, pero, bueno, el IMAS tiene una propuesta diferente que quiere probar”, dijo.
