Cada vez más costarricenses jóvenes engrosan las filas de quienes padecen hipertensión, enfermedad caracterizada por un aumento sostenido de la presión arterial.
Un análisis realizado por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) determinó que el 16,2% de los ticos entre los 20 y 39 años muestra esta condición, que se presenta cuando la presión sanguínea supera los 140/90 mm/Hg (milímetros de mercurio).
Para los especialistas, los resultados son preocupantes, pues la hipertensión aparece en el momento en que varios factores no funcionan bien en el cuerpo. Lo más serio, apuntan, es que este mal expone a los pacientes a padecimientos más graves, entre estos, infartos y derrames cerebrales.
“Desde el momento del diagnóstico, ya hay daño. La idea es controlarla para que el daño sea menor y no haya mayores consecuencias”, dijo Cecilia Monge, especialista en medicina interna y salud pública.
Este panorama no era imaginable hace 20 años; en ese entonces, solo el 4,8% de los costarricenses en esas edades lidiaba con la hipertensión. Para 1998, solo un 10% de estos enfermos recibía el diagnóstico antes de los 40 años.
Pero el incremento en la cantidad de afectados también se ve en otros grupos de edad. Por ejemplo, el 41,8% de personas entre los 40 y los 64 años tienen esta condición. En 1998 este porcentaje era de 38%.
Finalmente, el 68,4% de los mayores de 65 años son hipertensos. En 1998, era del 52%.
“El ser adulto mayor no hace que esta enfermedad pueda ser vista como normal, porque con una buena alimentación, sin fumar y con una rutina de ejercicios, puede prevenirse”, comentó el médico internista Alfonso Esquivel.
Razones. Para Roy Wong, especialista en epidemiología de la CCSS y quien realiza los análisis sobre enfermedades crónicas, hay dos tipos de factores que determinan el desarrollo de la hipertensión.
Por un lado se encuentran los factores no modificables, como la edad y la herencia: conforme mayor es la persona, mayor es su riesgo de sufrir la enfermedad. Además, hay variantes genéticas que favorecen esta condición.
Sin embargo, en el caso de personas menores de 40 años, los factores modificables (los que pueden cambiarse con prácticas saludables) son los culpables de que surja este mal. Dentro de estas circunstancias, destacan el fumado, el sobrepeso y el sedentarismo.
También hay diferencias según el sexo de la persona.
“Si vemos por sexo, pareciera una enfermedad más de mujeres, pues el 17,4% de las mujeres son hipertensas contra el 13,6% de los hombres; pero la mujer tiende a estar más pendiente de su salud, por lo que suponemos que la mayoría de los pacientes sin diagnóstico son hombres”, explicó Wong.