El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) decidió que no sacrificará a Max, el perro que mordió a un niño de 11 años el pasado 2 de setiembre, sino que someterán al animal a un proceso de adiestramiento para tratar su conducta agresiva.
Así lo informó Allan Sánchez, director de la región metropolitana del Senasa, quien dijo que, a pesar de que ellos tienen una lista de profesionales que pueden realizar el adiestramiento, la familia ofreció hacerse cargo de pagar y buscar al profesional.
"Ayer la familia fue notificada. La decisión es definitiva. La familia nos ofreció que ellos mismos buscarán quién lo adiestre. Nosotros aceptamos, sin embargo, el requisito es que el profesional que contraten tenga formación en etología clínica (comportamiento animal)", mencionó Sánchez.
"Tienen que presentar a Senasa el contrato donde indiquen el nombre del profesional que se hará cargo, el plazo de adiestramiento, el programa de trabajo y contar con un lugar apto para realizar el entrenamiento", expresó el director.
Sánchez dijo que el profesional deberá emitir informes periódicos de cómo va evolucionando el animal. Además, luego del adiestramiento, el entrenador deberá indicar las medidas a seguir para el animal. El contrato que se entregue a Senasa debe contener un proceso de educación para la familia en cuanto a comportamiento animal.
Aunque inicialmente la entidad dijo sometería al perro a la valoración de tres expertos antes de tomar una decisión, Sánchez dijo que se centraron en el criterio de un especialista de Senasa quien, basado en un informe preliminar, decidió su adiestramiento.
"No es que para Senasa la única opción sea el sacrificio. A nivel de redes sociales, se ha tergiversado y manipulado la realidad. Es falso que la entidad pretendiera matarlo. Esa era una de las posibilidades, pero también estaba la reubicación y el adiestramiento. Senasa está procurando darles segundas oportunidades a los perros. La eutanasia es el último camino.", dijo Sánchez.