El Hospital San Vicente de Paul, en Heredia, promete realizar más de 7.000 operaciones durante las tardes de los próximos 20 meses y sin necesidad de internar a los pacientes.
Este plan se iniciará en agosto y permitirá aprovechar sus 10 quirófanos en tiempo ordinario (hasta las 4 p. m.) y en tiempo extraordinario (de 4 p. m. a 10 p. m.), en un centro de salud que interviene quirúrgicamente unos 40 casos diarios.
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Los asegurados se verán beneficiados en varias especialidades quirúrgicas, principalmente, Ginecología, Otorrinolaringología, Urología, Vascular Periférico y Oftalmología, informó la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en un comunicado de prensa.
Este programa fue aprobado por la Junta Directiva de la Caja recientemente. Representará una inversión de ¢2.000 millones en pagos que se harán en dos modalidades, por horas extra y por cantidad de pacientes operados, informó a La Nación Mario Ruiz Cubillo, subdirector del hospital.
Según Ruiz, el plan forma parte de acciones que ya venía realizando el centro médico herediano desde el 2014. Entre ellas, un programa similar para resolver los casos que llevaban más tiempo esperando una operación.
En el 2014, el San Vicente de Paúl empezó a depurar sus listas de espera e identificó que, a pesar de tener diez nuevos quirófanos –el nuevo edificio del hospital se inauguró apenas hace cinco años–, por falta de personal solo podían funcionar siete salas.
Este hospital es pionero en el uso del módulo quirúrgico del expediente electrónico, conocido como ARCA, con el cual se lleva un control en tiempo real de las cirugías.
"Se hizo un acomodo de horarios, en los que los equipos entran a las 7 a. m. y trabajan hasta las 4 p.m. Con esto nos ganamos 20 o 30 plazas. Hicimos una optimización de la sala de operaciones y creamos una coordinación general para todas las salas. Esto nos permitió utilizar las diez salas y contar, por ejemplo, con tres equipos de guardia para emergencias", explicó el médico.
Los fines de semana trabajarán cinco quirófanos enfocados en sacar los casos pendientes en Urología (principalmente, esterilizaciones masculinas) y Cirugía General (hernias y vesículas).
Con este nuevo plan, se empezarán a resolver los casos de pacientes pendientes de operar desde abril y hasta la fecha, informó Ruiz.
En los próximos 20 meses, se planea resolver, entre otros, la operación de 1.820 pacientes de Oftalmología, en espera de operaciones como cataratas; otros 337 casos de Vascular Periférico (várices), unas 700 vasectomías (esterilizaciones masculinas) y 1.464 esterilizaciones femeninas (salpingectomías).
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Afinando la gestión
Según el modelo tarifario de la CCSS, el costo de una hora de quirófano sin usar ronda los ¢360.000, dijo Ruiz.
Tener diez modernos quirófanos, pero solo usar siete, entre otras cosas, motivó al hospital a presentar un proyecto para usar las salas después de las 4 p. m.
Esto requirió, según el subdirector del San Vicente de Paúl, de una coordinación intensa con cada jefe de servicio y convencer a todo el personal de enfermería.
Aprobado el plan, se pretende destinar los quirófanos durante el día a sacar pacientes programados de especialidades críticas como Oncología, que necesitan algún periodo de internamiento. También se atenderán las emergencias quirúrgicas, explicó Ruiz.
Compromisos del personal y de la CCSS
Para recibir el pago, el personal se compromete a sacar la producción pactada como parte del programa, que se cancelará como una jornada de producción extraordinaria.
Los pagos de tiempo extra están concentrados, en su mayoría, en personal administrativo.
Algunos de los compromisos firmados con la Caja, según Ruiz, son los siguientes:
- Solo se van a suspender un 4% de las operaciones por causas prevenibles. Actualmente, se suspende entre un 7% y un 8%.
- Se reducirá de 31 minutos a 20 el tiempo entre cada operación (tiempo de recambio).
- Hay un compromiso a iniciar oportunamente la operación del primer paciente. Al día de hoy, un 40% de las operaciones se inician a las 7:30 a. m., pero se espera que, al final de los 20 meses del proyecto, ese porcentaje suba a un 80%.
- Mantener el cumplimiento de la programación quirúrgica en un 90%.
- Usar cada sala, al menos, seis horas al día.
- Medir el grado de satisfacción de los pacientes con encuestas antes y después de la operación. La meta es lograr un nivel de satisfacción del 90%.
"Con esto vamos a llegar al tope de la capacidad del hospital y lograremos alcanzar los puntos de equilibrio en algunas especialidades", pronosticó Mario Ruiz.
Este hospital, al igual que los otros 29 que conforman la red hospitalaria de la Caja, empezó en junio a ordenar la lista de espera según los criterios de prioridad definidos por la Gerencia Médica.
Los últimos datos de la Unidad Técnica de Listas de Espera (UTLE), de la Caja, a febrero, revelaban que en el país hay 153.000 personas aguardando una cirugía.
Esa cifra no incluye citas con especialistas ni exámenes como ultrasonidos, que en otros años rebasaron los 300.000.