San José
Homosexualidad, fertilización in vitro (FIV), derechos de los animales, déficit fiscal y hasta la forma en que viven las personas actualmente en torres y condominios, forman parte de las 44 páginas de la carta pastoral que redactó monseñor José Rafael Quirós este año.
El arzobispo de San José, conversó con La Nación en su oficina ubicada en el tempo votivo Santuario de la Sagrada Familia en Barrio Peralta, San José.
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Con traje negro, un crucifijo de plata grande y sus manos cruzadas sobre las rodillas, el máximo jerarca de la Iglesia católica se dispuso a contestar preguntas sobre su carta pastoral, un documento que también sirvió para conmemorar sus 10 años de ordenación episcopal.
La carta es amplia, tiene 106 enunciados que abordan distintos temas de actualidad pastoral, social y económica. Eso sí, en la página 11, el autor del documento aclara: "Esta lectura es estrictamente pastoral, y no técnica ni política".
Homosexualidad y FIV. Quirós hace una reflexión en su carta pastoral y afirma: "La ideología de género, lejos de contribuir, distorsiona una sana identidad sexual, promoviendo también, la así llamada 'salud sexual y reproductiva', con tesis a favor del aborto, la fecundación in vitro y otras afrentas a la vida humana".
—¿A qué se refiere con "ideología de género?
— A la ideología que existe en el ambiente donde ya se pretende decir, cada quien elige por voluntad propia el género y a partir de ahí todo lo demás.
— ¿Cuál es su posición sobre "ideología de género" y sobre uniones entre personas del mismo sexo?, se lo pregunto porque luego de dejar atrás la FIV, es el tema que sigue en la Sala Constitucional.
— Bueno parto de lo siguiente, las personas con tendencia a la homosexualidad o homosexual, desde nuestra perspectiva y por tanto como hijos de Dios, a estas personas se les acompaña espiritualmente no se les discrimina, no se les excluye y desde todo punto de vista es inaceptable que por una razón de estas se de discriminación a una persona que merece todo respeto y no por ello deja de ser hijo de la Iglesia.
Le recibimos y le acompañamos espiritualmente para que lleve una vida conforme el Señor nos los pide a todos, pero esto no incluye el que se vaya a aceptar la unión de dos personas del mismo sexo. Por cuanto está clarísimo que desde la misma antropología, desde la misma naturaleza, la creación del hombre y de la mujer, desde el punto de vista físico y psicológico nos dice que se han creado para ser complementarios.
— Usted abre las puertas para que personas homosexuales e infértiles se acerquen a la Iglesia. ¿Cómo van a hacer para que esa idea baje a todos los niveles de la Iglesia católica y para que estas personas no se sientan discriminadas?
— Haremos todos los esfuerzos, porque esto no es una novedad sino que está en el catecismo de la Iglesia católica (...). Yo creo que de alguna manera se ha extendido la idea, y esto porque se ha repetido muchas veces, de que la Iglesia discrimina, la Iglesia persigue, la Iglesia está cortando totalmente procesos, cuando en realidad no es así.
Mi invitación es para que a que todos aquellos que tengan interés en estos temas los profundicen en torno a lo que es la doctrina de la Iglesia católica, que se informen bien y que lleguen a comprender cuál es, desde la doctrina de la Iglesia, lo que nosotros debemos actuar en el orden pastoral.
Población y derechos de los animales. La carta del arzobispo de San José aborda la forma en que las torres residenciales y los condominios fomentan el "individualismo" y la "indiferencia".
Quirós hace un llamado para que se protejan los derechos de los animales, pero nunca se equiparen a los que protegen a los seres humanos. Sobre estos puntos continúa la entrevista.
— Usted dice que es contradictorio que una sociedad que lucha por los derechos de los animales promueva una legislación contra la vida humana. ¿Puede explicarlo?
— Me parece interesante, me parece importante el que se llegue a dar una ley en torno a la protección de los animales y que se evite el maltrato animal, pero también, hay que ir a la letra menuda de proyectos de ley donde casi se equipara la vida humana a la vida de los demás seres.
La tendencia de parte de algunos es casi a colocar por encima lo que es la vida de los animales que la vida del ser humano. Entonces, ciertamente hay una contradicción, y eso es lo que afirmo, cuando se pretende legislar y muy duramente en contra del maltrato animal y cuando se trata de la vida humana pues se está legislando todo lo contrario.
— Usted habla en la carta de la "cultura de la muerte", ¿A qué se refiere con ese término?
— La cultura de la muerte es todo ese pensamiento que se difunde a favor de situaciones contrarias a la vida. Cuando se presenta por ejemplo el aborto como una alternativa ante determinadas situaciones.
Hay un grupo que promueve esta forma de pensar y de ver, es contrario a la vida. Cuando hablo de cultura es porque a través de mensajes, a través de toda una logística, poco a poco se va martillando para que se dé un viraje en menos precio a la vida y acogiendo distintas manifestaciones personales como si la moral fuera algo meramente privado.
Aquí está precisamente lo que se ha denominado, el papa Benedicto XVI con toda claridad lo denominó así, el relativismo ético donde cada quien decide lo que es bueno, lo que es malo, decide como actuar y sin importar que haya realidades y normas objetivas a las cuales se tenga que atender.
— ¿Dentro de esta cultura se tienen que entender el aborto y la fertilización in vitro entonces?
— Es parte de esa cultura.
— En la carta señala que las torres residenciales y los condominios, como viven las personas actualmente, favorecen el "individualismo y la indiferencia".
— Quienes conocemos lo que es un condominio ya sea en plano y en vertical, sabemos de toda la normativa que en estos lugares se tiene.
Muchas veces es difícil que se dé la comunicación entre quienes viven ahí y la gente de afuera. Nuestra acción pastoral como Iglesia se dirige a todos y hay lugares de estos donde hay una normativa respecto al ingreso a la participación de la vida religiosa.
Por un lado hablo ahí de indiferencia y de individualismo, porque puede haber una persona en el apartamento que no tenga comunicación con quienes están ahí entorno o con el exterior.
— Finalmente, usted habla de la necesidad que tiene el país de avanzar en la reforma fiscal. ¿La Iglesia está a favor de cobrar más impuestos, cuál es la posición sobre el tema?
— Yo creo que es un tema de análisis objetivo. Si usted escucha las posiciones habrá quienes dicen no más impuestos, esto va a recargarse más a los que menos tienen; hay quienes dicen bueno no vamos a ir por este camino y los impuestos son necesarios, pero yo creo que también, a mi pobre entender y de lo que dicen algunos estudiosos aquí se trata de una reforma integral.
Incluso por ahí diría una reforma del Estado o algo por el estilo. Donde se de un análisis de todos y cada uno de los rubros que se dice gasto, habría que ver si ese gasto coincide con inversiones, es decir que sean auténticas inversiones en infraestructura, salud y educación.