Cierre de puente aéreo tiene varada a familia cubana que tuvo una bebé en Costa Rica

Kimberly Heredia Pérez ya superó los 40 días de nacida y tiene todos los papeles necesarios para viajar a Miami, Estados Unidos, pero ella y sus papás cubanos siguen varados en Costa Rica.

El cierre del puente aéreo que se había abierto con México, aunado a las pocas respuestas que les dan en la Dirección de Migración y Extranjería, solo sirven para exacerbar la angusta de esta familia, a la que aún le faltan 2.500 kilómetros para llegar a Estados Unidos.

Los padres, Kenia Pérez y Yasniel Heredia, no pudieron aprovechar los vuelos humanitarios de marzo anterior porque la mujer estaba a punto de dar a luz y el último avión despegó cuando Kimberly tenía apenas 10 días de nacida. Hoy, esta pareja cumple 144 días en territorio costarricense y no encuentran salidas para continuar el viaje que empezaron en La Habana a principios de noviembre del 2015.

Según relató la mujer, el pasado 18 de abril volvieron a las oficinas de Migración, en La Uruca, pero ningún funcionario les habló de soluciones y aseguró que el trato no fue el mejor.

"Nos dijeron que resolviéramos por otros medios, que tratáramos de buscar una visa (para quedarse en Costa Rica) y trabajo. Hemos llevado todos los documentos que nos pidieron, incluso tenemos el dictamen médico de la niña que la autoriza para salir, pero hubo una señora que nos habló con un despotismo muy grande. Nosotros no tenemos condiciones acá, queremos irnos a Estados Unidos", sostuvo Pérez.

Permanencia. Aunque ellos no desean quedarse en territorio costarricense –debido a que en tierra del tío Sam los espera la familia de Heredia– es una de las posibilidades que analiza Migración, debido a la restricción de tránsito que existe en los países de la región.

"Estamos buscando la autorización de tránsito con otros país, aún ninguno nos da respuesta positiva. Mientras tanto, hemos prorrogado su permanencia legal en el país, de no haber salida, regularizaremos su estado para que se queden en el país por vínculo con un costarricense (la bebé nació en Liberia, Guanacaste)", detallaron los encargados del subproceso de Comunicación de Migración.

Por su parte, la Cancillería está a la espera de una resolución de parte de las autoridades mexicanas, para conocer si existe la posibilidad de que los isleños y la bebé aterricen en suelo azteca.

"Se realizó la gestión y solicitud a México, estamos a la espera de una respuesta que aún no hemos recibido", expresó el vicecanciller Alejandro Solano.

Mientras tanto, la pareja mantiene sus ahorros de $1.590 a la espera de una respuesta. Ellos no pueden abordar un vuelo comercial regular, porque la visa de tránsito que otorgó Costa Rica no rige para otros países.

"Hay que esperar para ver qué negociación pueden hacer, pero nosotros estamos con mucha desolación. Nos habían dicho que después de 40 días íbamos a salir en un vuelo comercial, nos prometieron que no iba a haber problemas y estamos aquí, con todos los papeles legales, las visas y pasaportes", añadió la madre de Kimberly, quien tiene un mes y 17 días cumplidos.

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Desde diciembre, ellos viven en Santa Rosa de Upala, junto a Amelia Mora y Ricardo Fallas, una pareja tica que acondicionó un pequeño cuarto con dos camas individuales para ellos.

"Estamos muy agradecidos con ellos (los ticos) porque nos abrieron las puertas de su casa, pero estamos desesperados por viajar, por llegar a donde nuestra familia, acá no estamos mal, pero tampoco tenemos condiciones óptimas para vivir", agregó Pérez.

Además de esta pareja, que llegó a Costa Rica el 30 de noviembre del 2015, hay otra familia caribeña, también con una bebé costarricense, a la espera de una solución que los acerque a Norteamérica. Su paradero no fue divulgado por Migración.

La Nación intentó conocer la versión de Kathya Rodríguez, directora de Migración, pero fueron los voceros del subproceso de Comunicación de la institución los que se refirieron al tema.

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