La jueza de lo contencioso-administrativo, Priscila Quirós, abrió ayer la puerta de su despacho lleno de expedientes. Se le notaba tensa. Respondía en voz baja, casi susurrando, pero al mismo tiempo, convencida de lo que decía.
Dos horas antes, el presidente de la Corte, Luis Paulino Mora, confirmó que ella presentó una denuncia por acoso laboral contra el magistrado Óscar González Camacho.
Quirós, de 38 años, asegura que puso la denuncia para detener un círculo de agresión que empezó años atrás, luego de que terminara una relación sentimental con el magistrado. Ella relató que el final de la relación marcó el inicio del acoso. Ella habló con La Nación de su caso. El siguiente es un extracto de esa cita.
¿Usted presentó una denuncia contra el magistrado de la Sala Primera, Óscar González?
Yo presenté la semana pasada una denuncia contra el presidente de la comisión de la jurisdicción contencioso-administrativa, el señor Óscar González Camacho.
La denuncia es por acoso laboral y acoso sexual. ¿Así es?
Yo la podría calificar como una denuncia sui géneris . Esta es una denuncia que no necesariamente lleva implícito solo el tema de un acoso sexual. Ni siquiera está orientada al tema de una repercusión laboral, sino que está relacionada con el ejercicio del poder por parte de esta persona, dado que el presidente de la comisión de jurisdicción de lo contencioso tiene una esfera muy amplia de competencias que le otorga el reglamento de esta jurisdicción. Esta denuncia no es solamente por acoso, sino también por cuestiones de violencia.
¿Al acoso laboral y sexual se le suma violencia física?
Lo menos que se da aquí es un acoso laboral típico, porque el acoso laboral a veces, lo que la gente espera, es que tengamos el efecto final de una posible sanción o despido. Yo estoy hablando de una cuestión cíclica, hechos recientes porque son cuestiones seriadas y además manifiesto que hay violencia de distinta naturaleza.
Este círculo de violencia que usted apunta, ¿cuántos años lleva o desde cuándo se presenta?
En esto yo he preferido ser franca y transparente, con el riesgo que eso pueda conllevar y en esto yo he manifestado que hay una situación que he vivido de violencia, en el marco de una relación más cercana que tuve en el pasado con este señor. Cosa que desde hace mucho tiempo terminó y que se le puso un alto y que, sin embargo, pese a ese alto y esa finalización, esta persona de manera reiterada ejerce presión para que, contra mi voluntad, yo tenga algún tipo de relación personal y cercana con él.
Usted mantuvo una relación en el pasado con él de carácter sentimental y cortó la relación.
Hace bastante tiempo esa relación se terminó.
¿Qué episodio de violencia reciente considera que dio paso a la denuncia?
Aquí hay un hecho reciente que estoy denunciando que debe ser demostrado. Sí es un hecho reciente de presión y de búsqueda de parte de este señor, si así no fuera, hubiese sido muy difícil que yo lo denuncie por acoso, aunque, aun así, yo hubiese estado en todo mi derecho de denunciar que se está ejerciendo la violencia en el ejercicio del poder ('). Yo no puedo ahondar en detalles por el procedimiento, pero sí puedo afirmar que me han tenido que tratar médicos y especialistas producto incluso de lesiones que esta persona me ha dejado, que a mi familia le consta, que a mis amigos les consta, la cercanía de esta persona. Creo que uno tiene que ser responsable con lo que dice.
¿Qué la detuvo a presentar la denuncia antes?
El miedo. Mucho miedo. El miedo al qué dirán, a exponerme a esto que hoy me estoy exponiendo, a la reacción de la gente que quiero y que conozco y el miedo al poder que se me ha dicho siempre que tiene esta persona. Sin embargo, la confianza en un sistema jurídico y en que tenemos instrumentos a nivel nacional e internacional y que tenemos gente muy comprometida con estos instrumentos, me llevó a retomar y ahora, a no permitirme más ninguna clase de abuso de parte de este tipo de personas.
¿Él insistió?
Ha insistido en diversas oportunidades en retomar la relación y yo he sido clara y creo que bastante tranquila al expresar las razones por las cuales no estoy interesada en retomar la relación. El gran problema de esto no es una conversación de adultos normal donde se pueda explicar que una relación no se puede o no se debe retomar, sino los efectos y la relación violenta que esto tiene cada vez que se le trata de poner un alto a la situación.
Usted terminó la relación, ¿qué pasó después?
Por su puesto que yo tuve que cambiar el número de celular, no contestar ninguna llamada de números privados, para estarlo evitando a toda costa. Sin embargo, en el momento menos pensado entra en contacto en alguna actividad donde de pronto me ve.
¿Dice que utilizó su jerarquía para presionarla?
De una forma muy sutil, pero si la gente como adulta considera que las cosas deben tener un límite y se les pone un alto, tienen que ser respetadas.
Cuando usted me habla de violencia, ¿hubo violencia física; él la maltrató físicamente, la golpeó, la agredió?
Yo acudí a la Corte para pedir la protección contra diversas manifestaciones de violencia. El contenido esencial de la denuncia no puede trascender en este momento y es una pregunta que no puedo contestar de manera específica por respeto al proceso.
¿Su caso es aislado o hubo situaciones previas?
Esto no es una situación donde Priscila Quirós toma de repente una decisión exacerbada en contra de un funcionario judicial. Esta es una situación conocida a nivel institucional, donde en el pasado hemos tenido cantidad de casos; sin embargo, han quedado en la retina y memoria de los compañeros, en el 2009 y en el 2011, donde por respeto a las víctimas no podría decir su nombre, pero que no son del desconocimiento de la presidencia de la Sala I ni en este momento tampoco del propio don Óscar. Él ha tenido que buscar los arreglos y las salidas para evitar esto a lo que todos le tememos, que es que trascienda o se haga escándalo.
El que se trate de un magistrado de la Sala I, presidente de la comisión de lo contencioso, ¿hizo más difícil que denunciara?
(Silencio). Sí. Es más difícil porque yo creo en la transparencia y en la valentía de la Corte; sin embargo también sé que a nivel institucional cada magistrado está allí porque tiene un nombre y una carrera. De manera que llegar y hablar de alguien que ya tiene un nombre, un estatus, una carrera, es correr un riesgo muy grande y mucho más si esa persona es la que ejerce las cuotas de poder a nivel de la jurisdicción a la que uno pertenece. No en vano el día de ayer (lunes) en distintas oportunidades tuve presión para que no denunciara. Yo he mantenido toda la discrecionalidad que el proceso exige y no he buscado a nadie para hablar de esto, la presenté hace una semana y hasta hoy me doy cuenta de que está en conocimiento de la prensa.
¿Y todavía hay miedo?
Incertidumbre. Hay incertidumbre, miedo no.