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El 1.º de mayo, apurados por el vendaval de negociaciones entre siete partidos de la oposición, el PAC y el Frente Amplio (FA) firmaron un acuerdo sobre temas y proyectos de ley que ambas fracciones impulsarían durante esta tercera legislatura, que empieza este mes y termina en abril del 2017.
En ese documento, elaborado por el Frente Amplio, ese partido y Acción Ciudadana (PAC) pactaron la aprobación de un impuesto al valor agregado (IVA) menor al solicitado por el gobierno de Luis Guillermo Solís en el expediente 19.678.
En dos apartados del texto avalado en una reunión de 20 legisladores identificados como Bloque Progresista, se establece el apoyo para cambiar el tributo sobre las ventas y convertirlo en un impuesto al valor agregado (IVA).
LEA EL DOCUMENTO COMPLETO: Convenio del Frente Amplio y PAC sobre proyectos de ley
La condición del FA, avalada por las firmas de 11 de los 13 legisladores del partido de gobierno –excepto Ottón Solís y Epsy Campbell–, es que no se incremente del 13% cobrado actualmente, al 15% que quiere alcanzar el Gobierno en dos años.
La propuesta del Ministerio de Hacienda es que, una vez aprobada esa ley, se cobre el primer año un 13% sobre una base de bienes y servicios mayor; un 14% el segundo año y un 15% para el tercero, que sería en el 2018, en un escenario ideal.
El convenio menciona la oposición a esa pretensión en dos puntos, el numeral tres de la sección referida a los acuerdos entre ambas agrupaciones y el numeral 3 del apartado A, donde se refiere a las iniciativas de ley para la reforma fiscal.
Menos recaudación. Para el viceministro de Hacienda, Fernando Rodríguez, encargado de los ingresos tributarios, ese acuerdo implicaría que el Estado deje de percibir ¢266.000 millones.
Rodríguez explicó que el proyecto sobre el IVA le daría al fisco aproximadamente ¢400.000 millones: un tercio de ese dinero por la ampliación del impuesto a más bienes y servicios, otro tercio por llevar el tributo de un 13% a un 14% y otro tercio más de ese dinero vendría por llevarlo de un 14% a un 15%, finalmente.
“Estaría la reforma del IVA muy limitada, pues sería apenas una tercera parte de lo que estamos esperando. A menos de que ese monto se pretenda tomar de otra parte, para que nosotros aceptemos”, indicó el funcionario, quien alegó desconocer ese punto en el pacto PAC-FA.
Añadió que ese impuesto es el estabilizador final de una reforma fiscal y que, si se deja la reforma para el 2018, ya habría que pensar en un ajuste mayor con una tasa del 17% ó 18%.
Rodríguez insistió en que, por ahora, no se ha encontrado una fuente de recursos que les permita dejar el impuesto en un 13%.
Negociar. Según la jefa del PAC, Laura Garro, los oficialistas que firmaron el acuerdo lo hicieron conscientemente. Añadió que hay que sentarse a revisar punto por punto el documento esta semana, para tomar una posición.
“Efectivamente, como partido no hemos tomado una posición”, respondió Garro ante la consulta sobre si el apoyo va hacia la visión del FA o a la del Gobierno.
El jefe del FA, Edgardo Araya, cree que su partido tiene una posición clara y que con solo subirla base de bienes y servicios gravados se recaudaría “un montón”.
Para el presidente del Congreso, Antonio Álvarez, es contradictorio que el gobierno de Solís piense en una tasa y que su partido se comprometa a una reforma diferente con el FA.
“No sé si el Gobierno renunció a aumentar el IVA, pues hablaba de llevarlo a un 15%. Si dice eso sería contradictorio”, indicó.
