El diputado Ottón Solís planteó a los partidos representados en la Asamblea Legislativa que se pongan de acuerdo en una agenda temática para el próximo gobierno, 2018-2022.
La propuesta la hizo el fundador del Partido Acción Ciudadana (PAC) a través de una carta a los presidentes de las agrupaciones políticas que tienen diputados, con el fin de que empiecen, a más tardar el 31 de julio, una negociación sobre temas como la construcción de obra pública, propuestas tributarias y la ética en la función pública.
En el planteamiento de Solís, se habla de que no solo el partido que gane el gobierno en las elecciones nacionales del 2018 sea el que nombre a los jerarcas de la nueva administración, sino que el partido ganador designe un tercio de los puestos, mientras que los partidos de la oposición nombren los dos tercios restantes.
"Ese gobierno nacional estaría obligado a ejecutar la agenda acordada previamente", comentó el legislador, quien añadió que los partidos que entren en el pacto deberían asegurarse de tener la mayoría calificada del Congreso, o sea al menos 38 votos.
Solís aceptó que, en cierta forma, su propuesta tiene algo de pesimismo sobre lo que pueda hacer la administración de Luis Guillermo Solís en sus dos años de gobierno restantes, pues dijo que el propio mandatario ya habló de que este se trata de un periodo de transición.
El próximo deberá ser un gobierno de revolución, aseguró el fundador de Acción Ciudadana. Él relató que su plan se coció en el marco de una imposibilidad de acuerdos con los partidos de la oposición, que en la actualidad mantienen una actitud negativa hacia la aprobación de grandes proyectos.
Para pujar por el acuerdo, Ottón alegó la mayor urgencia de ejecución de obra pública y la incapacidad gerencial de muchos jerarcas nombrados por este y otros gobiernos.
"Es una locura venir y darle ¢200.000 millones a alguien que no sabe nada de administración", apuntó Solís.
El legislador indicó que la Unidad Social Cristiana, el Frente Amplio y Liberación Nacional ya acusaron recibo de la propuesta, mientras que su propio partido, el PAC, no le ha dicho una sola palabra de la carta que envió a todas las agrupaciones a mediados de marzo.