“Yo no quiero que me ofrezcan nada, solo quiero que permitan que mi hijo me asegure”.
Esa fue la [[BEGIN:INLINEREF LNCAUD20140707_0002]]principal reacción [[END:INLINEREF]]de María de los Ángeles Otárola Soto, una costurera de 51 años, poco después de enterarse de la renuncia de la defensora de los habitantes, Ofelia Taitelbaum.
Esta mujer fue la que denunció, ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), que aparecía en Tributación Directa declarando haber recibido, durante cinco años, ¢32,9 millones por concepto de asesorías a tres sociedades, en las cuales aparece como socia Taitelbaum.
[[BEGIN:INLINEREF LNCAUD20140707_0001]]Otárola afirmó que nunca dio ninguna asesoría ni recibió el dinero[[END:INLINEREF]] y que a ella le falsificaron las firmas en las declaraciones.
El siguiente es un extracto de la conversación con esta mujer.
¿Cual es su opinión de la renuncia de la Defensora?
Es lo más correcto que pudo hacer (...) para que la Defensoría no se vea manchada es lo mejor lo más correcto. Es lo más honesto (...) dados los eventos que se han dado, es el primer atisbo de inteligencia que muestra la señora, porque la Defensoría de los Habitantes es una institución que está hecha para proteger a las personas de este país, a personas en condiciones como la mía y la jerarca está atentando contra una habitante de este país.
¿Y cómo se siente ahora?
Yo estoy exactamente igual porque lo mío no se resuelve. Yo tengo que seguir esperando que transcurra el debido proceso y cuando el proceso llegue a su fin es cuando yo le pueda contestara algo diferente.
¿La gente de la Caja ya habló con usted?
Hace cosa de una hora una muchacha de la Caja me llamó se identificó, lo que pasa es que no soy buena con los nombres y ella me preguntó que donde había hecho la solicitud que tipo de solicitud era y que ellos estaban estudiando el caso. Si claro al publicarlo los periódicos pues entonces ya ponen atención lastimosamente.
¿Le ofreció la Caja el examen que usted necesita?
No todavía nada pero yo no quiero que me ofrezcan nada yo solo quiero que permitan que me mi hijo me asegure: eso es todo lo que yo quiero.
¿Cómo se sentía usted cuando recibió llamadas ofreciendo solucionar sus dificultades?
Uno se siente mal porque uno tiene una situación difícil muy complicada porque no puedo trabajar y demando gastos. Necesito medicamentos y necesito vivir con una dieta especial porque engordo demasiado aunque no como demasiado y ella me ofrece dinero, seguro todo lo que estoy necesitando y viendo que el salario de mi hijo ya no alcanza para sostenernos y somos solo él y yo y entonces yo me sentía tan mal, tan asustada, tan presionada porque vea lo que yo necesitaba lo tenía al alcance de la mano pero de una manera que es ilegal que va contra el principio de cualquier ser humano y el respeto de mi misma.
Estuvo tentada a aceptarlo?
Por supuesto estando ustedes dos aquí y yo en medio oyendo los ofrecimientos hubo momentos que pensé si lo acepto y salgo de este lío y no me meto en esta cosa que ha sido tan grande y tan complicada porque no me imaginaba que un nombre tan sencillo como el mío pusiera a la Asamblea Legislativa a hervir como una olla de carne y a exigirle a una persona que renunciara a su puesto.