Dos pilotos guatemaltecos vinieron a Costa Rica de madrugada y dejaron un pequeño avión que podría utilizar el presidente Luis Guillermo Solís para ir a Miami, Estados Unidos, si así lo quisiera.
Dicho así, suena casi a regalo de Navidad; pero todo corresponde a un decomiso policial.
La aeronave bimotor que en este momento es acondicionada en un taller en el aeropuerto de Pavas, llegó en diciembre pasado de Colombia a Limón, cargada con una tonelada de cocaína y pronto serviría para transportar al mandatario a países cercanos.
Aunque Solís dijo que preferirá usar aerolíneas comerciales, ayer confirmó que para algunos viajes oficiales podrá aprovechar esta avioneta, marca Beechcraft, modelo King Air, antes usada para el tráfico de drogas.
Capaz de volar a una velocidad de 450 kilómetros por hora, sería la mejor nave en poder del Ministerio de Seguridad Pública (MSP); esto, si logra cumplir los trámites burocráticos y jurídicos que están pendientes.
Oldemar Madrigal, director de Vigilancia Aérea del MSP, detalló que el avión tiene capacidad para dos tripulantes y siete pasajeros. Su costo aproximado en el mercado es de $1 millón.
De momento está en custodia, pues aún no se ha realizado el juicio contra los pilotos guatemaltecos, ambos de apellido Cruz (padre e hijo), que fueron detenidos tras aterrizar de emergencia en Valle La Estrella de Limón antes del amanecer del 16 de diciembre 2013, cuando fueron pillados por unos policías.
Ahora que Vigilancia Aérea ya logró conseguir los registros de mantenimiento de la avioneta en un taller en Guatemala, las autoridades ticas esperan la cotización de las reparaciones necesarias, pero dan por hecho que pronto será parte de los bienes del Estado. Tanto así es que ya se lee en su cola la matrícula MSP 0020.
No será “nave uno” de los vehículos aéreos de la Fuerza Pública y tampoco será de uso exclusivo de Luis Guillermo Solís, pero sí le servirá al gobernante para viajar cuando no le calcen los vuelos comerciales, siempre que se trate de visitas a países de esta región.
La bimotor tiene la ventaja de que es presurizada; es decir, puede mantener la presión atmosférica a niveles aptos para el ser humano. Esto le permite volar a una mayor altura, lo que a su vez le da velocidad y mejor alcance.
Por ejemplo, podría tardar 110 minutos a Guatemala, 50 menos que una aeronave no presurizada, explicó Madrigal.
También podría llegar hasta territorio estadounidense o vigilar aguas costarricenses hasta una distancia de 370 kilómetros, lo que facultaría a la Policía dar vigilancia en zonas ahora descubiertas, según Madrigal. El control puede ser sobre el narcotráfico o sobre la pesca ilegal, apuntó.
Sin embargo, la aeronave estará para cuando Solís la requiera.
A pesar de todo, no sería la primera vez que un presidente vuele en aeronaves decomisadas a grupos narco. Incluso Óscar Arias, en los años ochenta, se sirvió de una de ellas para viajar al exterior, como ahora lo podrá hacer Luis Guillermo Solís.
Costa Rica es el único país en el Istmo que carece de un avión asignado a la Presidencia de la República, lo que en el pasado ha obligado a los mandatarios a pedir ayuda a homólogos de otras naciones o recibir favores como el que hace un año metió en aprietos a Laura Chinchilla, con un jet de dudosa procedencia.