La Iglesia católica de Costa Rica lanzó esta tarde un llamado a respetar a las personas homosexuales y evitar su discriminación.
Así lo anunció la Conferencia Episcopal luego de que, la noche del viernes, varios de sus representantes se sentaron a dialogar con voceros del Movimiento Diversidad, un grupo defensor de los derechos de la comunidad LGBTI.
"Toda persona, independientemente de su preferencia sexual, debe ser respetada y acogida en su dignidad, evitando todo signo de discriminación y particularmente, cualquier forma de agresión y violencia", señala un comunicado firmado por monseñor Óscar Fernández Guillén, como presidente de la Conferencia Episcopal.
La reunión con Diversidad es producto de un acercamiento paulatino que ha sostenido la Iglesia con la comunidad gay, luego de que dos grupos gais denunciaran que el sacerdote Mauricio Víquez, exvocero de la Iglesia en temas de familia y enlace con el Congreso en el análisis de proyectos de ley, predicaba en público contra las parejas del mismo sexo al tiempo que sostenía encuentros con homosexuales.
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Una vez hecha pública la situación de Víquez, Diversidad anunció que tenía una lista de al menos 30 curas más con una vida homosexual.
De ahí en adelante, la Iglesia ha abierto conversaciones que, según el comunicado de Fernández, se han hecho de forma voluntaria.
"Es falso, pues, que la Iglesia sea objeto de manipulación, además, sería una contundente violación al principio a la libertad religiosa en Costa Rica", señaló Fernández.
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El obispo añadió que seguirán abriendo las puertas al diálogo sin ningún tipo de chantajes de por medio.
Previo a la cita del viernes, el presidente del Movimiento Diversidad, Marco Castillo, dijo que no hay intención de coaccionar a la Iglesia con la lista. Sin embargo, aceptó que desde que se hizo pública la situación de Víquez, y tras hablar sobre la existencia del listado, ha habido una mayor apertura al diálogo.
Castillo dijo esta tarde que la posición de la Iglesia beneficia las conversaciones que se producirán entre ambos grupos.
" El pronunciamiento de la Iglesia va por el camino de la conversación cordial que hemos tenido. Eso que han dicho nos satisface mucho, y abona en el proceso que busca llegar a un consenso en materia de reconocimiento de derechos humanos de las personas de la diversidad sexual", dijo.
La reunión del pasado viernes fue la tercera entre la Iglesia y Diversidad. Las últimas dos citas se realizaron en la casa de la exdefensora de los Habitantes, Lisbeth Quesada, en Escazú, al oeste de la ciudad capital.
En las citas, curas y activistas gais han conversado sobre la situación de los derechos de las personas homosexuales, a la luz de la discusión de proyectos de ley en discusión en el Congreso, relacionados con los derechos civiles de las parejas gais, el reconocimiento de la identidad de género ante la ley e, incluso, el matrimonio por lo civil.
Pese a las conversaciones, no todo es armonía dentro de Diversidad. Temistocles Guerra, uno de los directivos de la agrupación que dijo ser secretario general de la agrupación, se manifestó en contra de que se utilice un supuesto listado de curas para hablar con la Iglesia.
Al respecto, Castillo minimizó la posición de Guerra, al afirmar que solo él y otro de los directivos se han mostrado con dudas sobre el acercamiento a la Iglesia. Además, aclaró que, pese a lo dicho por Guerra, él no es secretario general, sino de actas.
Con todo y la polémica interna, Diversidad anunció que mantendrán el canal abierto para continuar con las conversaciones con los curas aunque, de momento, no hay fecha exacta para la próxima cita.