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Un mejor uso de los recursos existentes para infraestructura y una mejor recaudación de impuestos y lucha contra la evasión.
Esa es la receta que plantean en sus planes de gobierno varios de los 12 candidatos presidenciales para atacar el caos vial, que fastidia a choferes y peatones, y tiene de cabeza al Gobierno.
Consultados por La Nación, los aspirantes respondieron sobre la forma en que pretenden acabar con el hueco en la Circunvalación, las presas kilométricas para entrar a San José y diversas obras a medio terminar.
Los políticos también plantean la urgencia de fortalecer el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) para que asuma –de nuevo– la rectoría de la construcción de vías.
Dicha rectoría le costaría el protagonismo al Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), adscrito al MOPT), presente en la escena administrativa desde mayo de 1998, cuando se creó por ley.
Ángulos. Johnny Araya, de Liberación Nacional (PLN), Rodolfo Hernández, de la Unidad Social Cristiana (PUSC) y Luis Gmo. Solís, de Acción Ciudadana (PAC) apuestan por una mejor recaudación de los impuestos existentes y a un ataque frontal contra la evasión fiscal.
También proponen una mejor ejecución de los dineros que ya están en manos del Estado, como los recursos provenientes de créditos internacionales. Entre ellos citaron los $850 millones que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó desde el 2008.
“El país tiene que priorizar en la modernización del transporte público. Siento que los espacios para la construcción de nuevas vías son muy limitados”, opinó Araya.
Solís, del PAC, también plantea la necesidad de crear más impuestos, con el fin de financiar nuevas obras de infraestructura
Sin embargo, ni Araya, ni Hernández, creen en tal propuesta.
Para el verdiblanco, no es justificable que el país cuente con recursos por $2.000 millones de créditos externos y que no se ejecuten.
Araya es de la tesis de que no se requieren más impuestos Sin embargo, sí cree que el Conavi debe limitarse a asesorar.
Hernández aseguró que un estudio de sus asesores económicos le recomienda una inversión del 2% del PIB (cerca de ¢450.000 millones) para “poner en pie” y reparar todas las carreteras.
Aseguró que no hacen falta más impuestos para alcanzar esa suma, sino una mejor recaudación.
Lo que no descartan estos candidatos es la participación de la empresa privada a través del modelo de concesión de obra.
“Esto no quiere decir que no participen las empresas privadas, por supuesto que no. Pero me parece que también hay que racionalizar esa participación”, explicó Solís.
Por su parte, el tres veces candidato del Movimiento Libertario, Otto Guevara, cree en la posibilidad de abrir las puertas para que empresas extranjeras se ocupen de la construcción de vías.
Guevara no cree en el cierre del Conavi, aunque sí critica la forma en que se plantean los carteles de licitación y contratación de obras.
Esta posibilidad se contrapone al planteamiento de José María Villalta, del Frente Amplio, quien es de la idea de centralizar en el MOPT la construcción de vías.
Villalta sostiene además que los criterios del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) deben ser vinculantes para el MOPT.
Estas son solo parte de las sugerencias de los aspirantes para atacar la molestia de horas y horas de presa en la carretera de circunvalación en Hatillo, desde que el 25 de agosto se iniciaron los trabajos en un hueco, o bien, el caso de la “platina” en el puente sobre el río Virilla, en la vía General Cañas.
