La planilla de 1.468 personas de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) deberá reducirse antes de enero del 2018.
Por esta razón, la entidad envió, el miércoles, una circular en la cual le comunica a sus empleados el inicio del proceso de movilidad laboral.
La nota, firmada por Pablo Díaz, gerente general de Japdeva, dispone que se abrirá un proceso de traslados horizontales voluntarios hacia otras instituciones públicas.
Eso significa que los colaboradores que lo deseen podrán moverse a puestos similares en otras entidades.
La disminución del número de trabajadores se debe a la entrada en operación de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), la cual absorberá parte de las funciones que realiza Japdeva en la actualidad.
Ann McKinley, presidenta ejecutiva de Japdeva, dijo que está por definirse cuántos empleados deberán moverse, qué instituciones los recibirán y los detalles del traslado.
La jerarca aseguró que esos aspectos se precisarán en el segundo semestre de este año.
“La circular significa que está iniciando el proceso de movilización, que nos sentaremos con los trabajadores que tengan interés para darles la información necesaria”, agregó.
Las personas interesadas deberán expresar su intención de ser reinstaladas antes de junio.
Según Mckinley, el presidente Luis Guillermo Solís hizo un llamado a todas las instituciones públicas para que analicen la posibilidad de captar parte del personal de Japdeva.
Por último, declaró que los colaboradores que no quieran ir a otras instituciones, pueden solicitar su liquidación.
Antonio Wells, secretario del Sindicato de Trabajadores de Japdeva (Sintrajap), comentó que el proceso no les preocupa porque los traslados serán solo si los empleados quieren.
El sindicalista añadió que conocen la circular y que hicieron varias observaciones para el proceso de traslados.
Por ejemplo, Sintrajap está de acuerdo que a la hora del cambio de patrono, se habilite un periodo de prueba, pero si el trabajador no supera esa evaluación, pueda reintegrarse a Japdeva.
Sin beneficios. Pese a los recortes en la convención colectiva de Japdeva, anunciados por el Gobierno el año anterior, la entidad sigue ofreciendo privilegios que no tienen otras empresas estatales.
De acuerdo con Japdeva, los trabajadores que decidan irse a otros puestos públicos, deberán acogerse a las condiciones que ofrezca el nuevo empleador.
En 2015, según datos de la Junta, la convención colectiva tuvo un costo de ¢10.352 millones, distribuidos en 29 pluses.
En la última negociación entre Sintrajap y Japdeva se acordó la reducción de beneficios, lo cual provocará un ahorro de ¢1.400 millones para el periodo 2017-2018.
APM Terminals, concesionario de la TCM, deberá contratar a 42 funcionarios de Japdeva para sus operaciones.