El Banco de Costa Rica (BCR) y Bancrédito son las únicas entidades financieras que expresan interés en el fideicomiso para la nueva vía San José-San Ramón y sus radiales.
El proyecto vial, obra clave de infraestructura, dejó de ser atractivo, en cambio, para los bancos BCT, Improsa, Scotiabank y el Banco Nacional.
Todas estas retiraron su interés en manejar los fondos. De ellas, solo el Nacional explicó que consideraba el plan financieramente riesgoso.
El resto de bancos se limitó a comunicar al Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), por escrito, que desistían de participar en el negocio.
La Nación también consultó al Banco Lafise si continuaba interesado en el fideicomiso, como ocurría inicialmente, pero prefirieron no dar declaraciones.
Un fideicomiso es una herramienta para captar recursos entre un grupo de inversionistas, para financiar un proyecto, a cambio de reintegrar la inversión más un porcentaje de utilidades en un plazo determinado.
Roy Benamburg, gerente de Inversiones del BCR, aseguró que presentarán su oferta hoy 26 de enero, para hacerse cargo.
También Gerardo Porras, gerente general de Bancrédito, adelantó que ofertarán a pesar de las dudas en torno al proyecto, pues aún no está claro el costo de la carretera ni el monto que se requiere cobrar en los peajes para recuperar la inversión.
“El fiduciario va a tener que ser el encargado de determinar todos los aspectos de viabilidad financiera porque hoy (la información) no existe”, dijo Porras.
”Hay algunos grises en el proyecto, pero le tocará al fiduciario decir: ‘la carretera cuesta tanto y son tantos peajes y tanto monto’”, agregó el funcionario.
El pasado 5 de enero, la Dirección de Fideicomisos de Bancrédito envió una nota al Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) –entre adscrito al MOPT– en la que pedían aclarar 10 puntos del cartel de licitación.
Entre ellos, solicitaron definir si las radiales podrían ejecutarse en una segunda etapa y actualizar el estado del trámite para aumentar la tarifa de los peajes en las carreteras Bernardo Soto y General Cañas.
La petición está en manos de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), que en primera instancia la rechazó.
Los cálculos del Ministerio indican que la vía podría costar $473 millones. Sin embargo, no hay proyecciones sobre cuánto les costará a los usuarios transitar los 70 kilómetros de la vía.
Giselle Alfaro, viceministra de Infraestructura, confirmó que la primera tarea del banco que resulte ganador será estructurar el proyecto financieramente.
Antes de apostar por el modelo de fideicomiso, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes intentó concesionar el proyecto con la empresa brasileña OAS.
La propuesta de los brasileños establecía un peaje de ¢4.000 ida y vuelta , costo objetado por los vecinos de San Ramón. La presión generó la rescisión del contrato.
El Instituto Nacional de Seguros (INS) otorgó un crédito por $21 millones para estudios técnicos de esta carretera.