Catorce centros de la Red Nacional de Cuido y Desarrollo Infantil del suroeste de San José lanzaron una alerta al Gobierno por la falta de recursos financieros que afronta ese programa social.
Carlos Alvarado, ministro de Desarrollo Social, explicó que el problema se generó porque recibieron del Gobierno anterior la Red de Cuido sin una planificación presupuestaria para todo el año.
“Esto es una situación que tiene que ver con previsión presupuestaria y me apena decirlo, pero nosotros no hicimos este presupuesto (…). No había un presupuesto comprometido que uno dijera: ‘Esta plata está asegurada para todo el año’. El asunto se iba llevando poco a poco”, aseguró Alvarado.
Las 14 instituciones debían recibir el 30 de mayo la suma de ¢62 millones para la alimentación y cuido de niños de bajos recursos. Sin embargo, el pago fue girado hasta ayer gracias a gestiones de urgencia, manifestó Alvarado.
Según la ley de creación, la Red Nacional de Cuido debe financiarse con el 4% de los dineros del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf).
No obstante, no existía el mecanismo para regular el traslado de dineros de Fodesaf hacia el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) y de allí a los centros de atención, según afirmó el ministro Alvarado.
Para solucionar la falta de pago a los 14 centros afectados, el IMAS pidió en los últimos días un fondo de ¢400 millones para cubrir los gastos del mes de junio.
Alvarado afirmó que para el resto del año necesitan ¢2.400 millones, los cuales están tratando de asegurar con el Fodesaf.
Estos recursos deberán ser destinados para dar cuatro tiempos de alimentación a los niños, salarios de docentes para la formación preescolar, pago de los servicios públicos y el alquiler de los lugares en que funcionan estas guarderías.
“Lo que estamos haciendo ahora es un diagnóstico completo sobre la Red de Cuido, de su sostenibilidad y de su crecimiento”, añadió el funcionario.
De acuerdo con datos del IMAS, la Red de Cuido atiende a 34.918 menores, de los cuales poco más de 11.000 dependen directamente del IMAS. El resto son financiados por el Ministerio de Salud y el Patronato Nacional de la Infancia.
El jueves, La Nación trató de obtener la opinión de Fernando Marín, exministro de Bienestar Social de la administración Chinchilla, pero no contestó las llamadas ni los mensajes enviados a su teléfono celular.
La tarde del viernes, el exministro de Bienestar Social de la administración anterior, Fernando Marín, aseguró que el dinero para atender las necesidades de los centros de cuido que operan en el país quedó presupuestado hasta diciembre de este año.
Marín sostiene que las partidas para esos centros fueron incluidas en el presupuesto ordinario, dentro de un programa de Bienestar y Promoción Familiar, cuyos dineros se distribuyen en las regiones para atender las diferentes necesidades que cubre el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS). Son estas regiones las que posteriormente se encargan de asignarlos a los centros de cuido.
Preocupados. Jéssica Molina, administradora del Centro de Cuido Santa Teresita, en Alajuelita, se mostró muy preocupada por la situación ya que sin el subsidio no pueden atender a los menores.
“En los meses anteriores se han estado dando atrasos, pero no mayores a uno o dos días. La situación crítica ahora es que nos dicen que no hay plata”, comentó Molina.
En ese lugar se atiende a 37 niños, la mayoría hijos de madres solteras o adolescentes.
“Uno llama al IMAS y lo que le dicen es que no saben qué pasa, no hay presupuesto, no hay efectivo”, señaló Alexandra Gómez, directora del preescolar del Centro Árbol de Dios en Alajuelita, el cual recibe a 30 menores de diferentes edades.
“Los padres de los niños están muy preocupados. Tengo varias madres que me han dicho que si es necesario ir a reclamar, ellas irían”, aseguró Gómez.
“Estamos haciendo todo lo posible por no suspender el servicio; el problema es que en el momento que me corten el agua o algún otro servicio, no podemos continuar”, manifestó Marta Chaverri, del Hogar de Niños Santa Faustina en Pavas. Allí cuidan a 76 pequeños.
Los tres centros mantuvieron la alimentación en los últimos días con donaciones de padres, préstamos personales y compras con tarjetas de crédito.
En los lugares consultados informaron de que tienen listas de espera hasta de 65 niños, pero no los reciben porque el IMAS aún no aprueba su inclusión.