Una cadena de fallas en el protocolo de emergencias salieron a flote, el fin de semana, durante la atención de un derrame de 180 toneladas de fertilizante químico en el mar, frente a las playas atestadas de bañistas en el puerto de Puntarenas.
Aunque a las 2:31 p. m. del sábado se reportó el vuelco de una barcaza cargada de nitrato de amonio, las autoridades declararon alerta roja 12 horas después y tardaron cinco horas más para informar al público.
Durante esas 17 horas, Kattia Pérez, vecina de Heredia, y muchos otros vacacionistas que aprovecharon el fin de semana largo en el Pacífico, ingresaron al mar sin conocer el supuesto riesgo que corrían.
“Venir al mar y no meterse es muy difícil. El hundimiento está desde el sábado y hoy han pasado policías alertando, pero me pregunto por qué duraron tanto en avisarnos”, se quejó ayer Pérez.
La alerta roja fue divulgada a las 7:33 a.m. del domingo por la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), a la prensa.
Su presidente, Iván Brenes, alegó que el tiempo de respuesta obedeció a que el naufragio ocurrió “en la tarde noche” del sábado. El Cuerpo de Bomberos de Puntarenas tiene reportado el incidente a las 2:31 p. m.
“No teníamos certeza del impacto real que se estaba teniendo. Por prevención a la población fue que se decidió emitir la alerta roja, para que la gente no tuviera acceso al contacto con el agua, hasta poder valorar el impacto real”, manifestó Brenes.
Sin embargo, pese a la gravedad de la alerta, los escasos policías, bomberos y socorristas asignados para evacuar a los turistas fueron insuficiente para evitar que estos se siguieran bañando en el mar.
Baja la alerta. Ayer, casi 24 horas después del derrame químico, representantes de distintas instituciones relacionadas con la atención del incidente anunciaron una recalificación del estado de alerta de rojo a amarillo.
Héctor Chaves, director de Bomberos, alegó que el fertilizante vertido frente a la costa de Puntarenas es muy soluble en el agua y que, por lo tanto, pedía tranquilidad a la población.
Sin embargo, las autoridades admitieron no tener aún los resultados de laboratorio de las muestras de agua que se tomaron en el sector afectado antes de emitir la alerta máxima.
Insistieron, eso sí, en que las personas que se quieran bañar no corren ningún peligro, pero la CNE anunció que mantendrá una veda de pesca en el golfo de Nicoya durante 72 horas.
Además, habrá un monitoreo en la costa debido a que no se descarta la presencia de marea roja.
Sin detalles. Un día después del accidente, las autoridades que convocaron ayer a una rueda de prensa no sabían de dónde zarpó la embarcación siniestrada, sus características, matrícula, capacidad de carga y quién autorizó el traslado del fertilizante.
Tampoco conocían si hay algún reglamento para el trasiego de estos materiales por el mar.
“No hay información suficiente sobre los temas técnicos de la nave. Recordemos que esto sucede un fin de semana, los departamentos del MOPT que tienen esta información son administrativos y están cerrados”, alegó el presidente de la CNE.
La nave, propiedad de la empresa Fertica, naufragó a 150 metros de la costa mientras participaba en el trasbordo de 6.000 toneladas de nitrato de amonio a granel que venían en un carguero.
Ayer, no fue posible hablar con representantes de la compañía.
Mauricio Herrera, ministro de Comunicación, explicó que no convocaron a representantes del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) porque la primera fase de esta emergencia era la protección de la salud.
Indicó que, a partir del hoy, se verán los detalles técnicos.
Por su parte, Fernando Mora, viceministro de Mares, del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), dijo desconocer qué tipo de reglamentos rigen el traslado de químicos en el mar.
El Ministerio Público será el responsable de investigar las causas del hundimiento y determinar las responsabilidades.
Colaboraron los periodistas Krisia chacón y Andrés Garita.