El peso de los incentivos salariales que reciben los 9.294 funcionarios de la Universidad de Costa Rica (UCR) amenaza las finanzas de esa institución.
La Contraloría de la UCR advirtió, en el informe OQ-R-107 de setiembre del 2013, de que los sobresueldos podrían causar un colapso económico si no se toman acciones en el corto plazo.
Para este año, la UCR pagará ¢82.392 millones en pluses, de los ¢156.939 millones del total de egresos por remuneraciones. Esto es el 52,5%.
Ese porcentaje se compone de un 44% en pluses, como ascensos y anualidades, y un 8,5 % por régimen académico (investigaciones).
La información está consignada en el informe Estado de la ciencia, la tecnología y la innovación , presentado en agosto por el Programa Estado de la Nación.
Desglose. Por concepto de anualidad, la UCR paga 5,5% del salario base a cada empleado; es decir, el incentivo resultará esta vez más alto que la inflación (5,2%).
A ese plus hay que agregar sobresueldos como la experiencia docente, la dedicación exclusiva (opcional) y el régimen de carrera académica, que podrían incrementar los sueldos hasta en un 60%, según la categoría y el tiempo de laborar.
Los incentivos salariales son la causa de que las erogaciones suban el 8% de forma automática (sin incluir inflación), cada año.
“Los pluses actuales son elementos que distorsionan el salario, porque lo elevan a un monto superior a la inflación. Si la situación sigue así, las finanzas podrían colapsar. La Administración ya está trabajando en los estudios necesarios para tomar acciones”, dijo el contralor de la UCR, Glenn Sittenfeld.
Brecha. Los excesos en pluses también generan inequidad entre los profesores que recién ingresan a la UCR y quienes llevan más de 30 años en esa institución.
“El salario base no es competitivo. Un funcionario nuevo, sin anualidades ni escalafones, gana un salario muy bajo. Los salarios se hacen competitivos con los escalafones. El problema es que después de 20 años de servicio, se hacen salarios ya muy altos con respecto al resto del mercado. Si usted está en la UCR 40 años, gana cuarenta anualidades. Eso hay que corregirlo”, agregó el contralor Sittenfeld.
La situación también es aplicable a las otras universidades públicas, que pagan entre 4% y 6% por concepto de anualidad, hasta un 45% por dedicación exclusiva y llegan a reconocer un 60% por el grado académico de doctorado.
De las 13.570 plazas que tienen la UCR, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Nacional (UNA) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED), el grueso de las remuneraciones lo consumen los 8.853 profesores.
“La razón de ser de la UCR es la docencia, la investigación y la acción social. El principal elemento para el desarrollo de la actividad es el recurso humano y sus sueldos, pero estamos trabajando en corregir la amenaza del crecimiento vegetativo de los salarios”, explicó el rector de la UCR, Henning Jensen.
El rector agregó que realizan dos estudios, uno de estos es un comparativo de salarios del sector público e incluye los de la UCR.
En otras instituciones estatales como el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), las anualidades van desde 1,94% hasta 4,5%.
Sin embargo, hay instituciones como la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) o el Instituto Nacional de Seguros (INS) que igualan o superan las anualidades de las universidades públicas. El INS paga hasta 9,99% del salario base por ese concepto.
La semana pasada, en la discusión sobre el Presupuesto de la República del 2015, la contralora general, Marta Acosta, fustigó los incrementos en los salarios públicos.
“Para enfrentar el déficit, hay que atacar todos los disparadores del gasto y el principal es la remuneración”, afirmó Acosta.
En medio del debate legislativo en torno a posibles recortes, alumnos y profesores marcharon el martes pasado en defensa de su presupuesto.
Durante la actividad, el diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC) , Ottón Solís, dijo a los universitarios que, en los últimos cuatro años, los salarios en las universidades públicas han crecido 37% en comparación con el resto de instituciones del Estado.