Las cinco emisiones que contenían el número ganador de la lotería navideña ni siquiera salieron de la Junta de Protección Social (JPS) este año. Así, el número 70 con la serie 726 no repartió fortuna entre los jugadores.
No obstante, los ¢6.000 millones que iban a convertir a muchos en millonarios siempre tendrán un buen fin pues se distribuirán entre los 327 programas sociales a los que la JPS da respaldo. Vea aquí el listado completo de los números favorecidos en el sorteo. De acuerdo con Francisco Ibarra, el hecho de que el gordo no se vendiera tiene una sola explicación: la preferencia por los números bajos, de los jugadores y, por lo tanto, de los vendedores.
Tal situación, expresó Ibarra, hizo que los billetes de esa serie (726) menores que el número 50 nunca fueron retirados.
A la hora del sorteo, cuando estaban cantando el ganador, ya todas estas fracciones no eran más que desechos: habían sido destruidas como ocurre con todo lo que no se vende.
Aunque todavía no se atreven a afirmarlo, las autoridades de la Junta no recuerdan otro año en el que el gordo se les quedase.
Ibarra esperó hasta el final del sorteo, con todos y sus actos culturales, para hacer el anuncio: lo formuló muy serio, casi tenso.
No obstante, ya para entonces había sospechas de que algo extraño ocurría pues no se divulgaban los sitios donde el gordo se hubiera vendido.
El premio mayor se cantó a las 7:38 p. m., a los 23 minutos de iniciado el sorteo. La situación se aclaró más de una hora después.
Atrás quedaron la música, el juego de pólvora, los conciertos y la fiesta que habían comenzado el mediodía.
Así, al final de todo, no hubo un ganador del gordo.
Curiosamente, este fue el debut del 70 como premio mayor del sorteo navideño. En los sorteos ordinarios lo ha sido 10 veces.
Segundo y tercero. En cambio, eso no había ocurrido con el primero ni con el segundo números en importancia, los únicos que sí repartieron fortuna, aunque menores.
Así, el 01 con la serie 678 premió con ¢100 millones al poseedor de un entero y se vendió en Naranjo de Alajuela, San José centro, Moravia y el cantón cartaginés de El Guarco. Cada pedacito del segundo paga ¢2,5 millones.
Entre tanto, el tercer premio, número 44 con la serie 242 , fue retirado en tiras de ocho fracciones, que fueron a dar a muchos lugares. La Junta mencionó Nicoya, Cañas y Liberia, en Guanacaste, Pococí de Limón, y Alajuela centro.
Asimismo se vendió en Tibás, Goicoechea, Desamparados, Curridabat y San José centro.
Ese premio hace poseedor de ¢50 millones al dueño de un entero, y de ¢1,2 millones a quien tenga una fracción.
Los ganadores de estos y los restos premios tienen 60 días naturales para cambiarlos en el Banco de Costa Rica, sucursales de JPS en Cartago y Alajuela, o en las oficinas centrales, en San José.