La Garita, Alajuela. El canciller de la República, René Castro, dijo ayer, durante la encerrona del Gobierno, que mañana lunes presentará a la presidenta Laura Chinchilla un informe definitivo sobre el nombramiento de Jorge Urbina Ortega como embajador en Holanda.
La controversia surge porque Urbina fue designado para el cargo –por el gobierno de Óscar Arias Sánchez– pese a que el nombramiento todavía no cuenta con el beneplácito de los europeos.
Según informó La Nación el pasado viernes, Urbina fue trasladado de las Naciones Unidas (ONU) a una embajada ficticia con el título de “embajador ante los organismos multilaterales en el Reino Unido de los Países Bajos”.
Por ese puesto inexistente, Urbina devenga un salario de $9.845 mensuales. Según Cancillería, es mejor pagarle el salario Urbina que cesarlo.
El cargo que tenía Urbina ahora lo ostenta el excanciller Bruno Stagno.
Hay errores. Castro dijo que en el análisis preliminar del caso “se han detectado errores”, más de forma que de fondo, dejo entrever.
Por ejemplo, afirmó Castro, se encontró que “existían problemas en los nombres del país, y que había un error material en alguno de los acuerdos”; sobre estos últimos, no mencionó cuáles.
Consultado sobre el por qué dijo que la presidenta Chinchilla conocía del nombramiento, cuando en realidad la mandataria aseguró no estar enterada, Castro alegó que nunca hubo discrepancias.
“Ella dijo cómo es el asunto. Lo que tenía conocimiento doña Laura era de la candidatura de las personas a las diferentes embajadas”, argumentó Castro.
Según el canciller, hasta ayer ni Holanda había pedido una aclaración del tema, ni Costa Rica había enviado una nota al respecto. “La confusión ha sido hasta ahora en un medio de comunicación de Costa Rica”, dijo.
Sobre el tema de cuánto le costaría a la Cancillería cesar a Urbina de la embajada inexistente, Castro dijo que mañana revelará ese dato. Además, afirmó que el informe será de dominio público.