El transitorio de la Ley N.° 8899 daba seis meses para elaborar un reglamento. ¿Por qué se ha retrasado tanto?
Los primeros estudios de apoyo para facilitar su elaboración no fueron satisfactorios y se tuvo que pedir una nueva investigación y análisis que permita avanzar hacia una reglamentación sensata y sensible de esta ley. Las consecuencias de una inadecuada reglamentación pueden ser muy graves.
¿Cuál ha sido el principal obstáculo?
El Consejo Superior de Educación no consideró suficientes los primeros estudios y por eso se constituyó una nueva comisión que ha venido trabajando. Uno de los obstáculos tiene que ver con la definición misma de la diversidad de talentos.
¿Tienen idea de cuánto costaría aplicar esta ley?
Todavía no, porque no está claro cuál sería la forma idónea de esa implementación.
¿Tiene el MEP los profesionales para los diagnósticos que necesitarían para evaluar a los muchachos e implementar la flexibilización curricular?
Algunos sí, pero se requeriría también del apoyo de las universidades y de expertos.
¿Ha desatendido el sistema las necesidades de los jóvenes con alta dotación?
Existe una cierta diversidad de centros educativos, así como opciones complementarias en diversas áreas artísticas y deportivas, aunque no tanto en el campo académico, con excepciones como las que ofrecen algunas universidades.
”También están las opciones extracurriculares mencionadas. Sin embargo, ciertamente está pendiente un esfuerzo mayor por abrir opciones para estudiantes que, en determinadas áreas, tengan un potencial o talento significativamente distinto, tanto como para no poder ser atendido como parte ‘normal’ (en el sentido estadístico) de la diversidad”.