Los obispos de la Iglesia católica aumentan la presión sobre los diputados y el Poder Ejecutivo, en un último intento por frenar la aplicación de la fecundación in vitro (FIV).
Esta nueva cruzada de los prelados se efectúa a menos de un mes de que el Gobierno emita un decreto ejecutivo para reglamentar la práctica de la FIV en los hospitales nacionales. En paralelo, la Presidencia convocó para su debate en el Congreso, durante las sesiones extraordinarias de agosto, un proyecto que crearía el marco legal en el cual se practicaría la FIV.
El 3 de setiembre, la Corte Interamericana de Derechos Humanos realizará una audiencia para supervisar el cumplimiento de su sentencia de diciembre del 2012, en la que obligó al Estado a levantar la prohibición que pesaba sobre la FIV. Casa Presidencial pretende llegar a esa cita con el reglamento publicado.
Ángel San Casimiro, secretario de la Conferencia Episcopal de Costa Rica (Cecor), afirmó que la cúpula de la Iglesia “hará las gestiones que crea convenientes” para persuadir al Gobierno y a los diputados de que no avalen la práctica médica.
Un desayuno. Entre las nuevas acciones contra la FIV, está un desayuno al que la Cecor invitó hoy a más de 20 legisladores, la mayoría de ellos a favor de la técnica de fecundación que la Iglesia condena por considerar que atenta contra la vida humana.
“No vamos a presionar (a los diputados). Queremos exponerles y tratar de convencerlos y para eso vamos a llevar a un genetista, a un doctor (médico) y a un abogado”, detalló el obispo.
Los congresistas a favor de la FIV estiman que las exposiciones de expertos que colaboran con la Iglesia católica en nada cambiarán su criterio.
Ronny Monge, parlamentario liberacionista quien preside la Comisión de Derechos Humanos, y la oficialista Emilia Molina coincidieron en que ya tienen opiniones bien formadas a favor de la técnica, producto de meses de audiencias.