Decenas de extranjeros acudieron ayer a las oficinas de Migración, en La Uruca, San José, sin tener que pagar ¢25.000 a los "gavilanes" por un lugar en la fila.
Un cambio en la forma de atención al público, implementado de forma sorpresiva la noche del miércoles, pretende alejar a más de 300 personas que viven del cobro por el cuido de campos.
Los "gavilanes" ocupaban las aceras desde la noche anterior para tomar, a primera hora de la mañana, las fichas de atención. Luego las negociaban.
Ahora solo se le concederá cita a los extranjeros que presenten su número de expediente, campo que no podrán traspasar a terceros.
Obstáculo. Mario Zamora, director de Migración, indicó que con la vieja práctica los "gavilanes" se apoderaban de las fichas.
"A alguna gente la amenazaban para que pagara o de lo contrario se quedaba sin campo. En otras administraciones existía la creencia de que Migración era responsable de lo que ocurriera de la malla hacia adentro, pero estamos convencidos de que nuestra responsabilidad es el usuario", explicó Zamora.
Francisco Castaing, jefe de la Policía de Migración, dijo que mientras más larga era la fila y peor el clima, más costaba el campo.
"Esto ya era una cultura. Ahora si se presenta una persona y no viene a hacer ningún trámite, no se le da una ficha. El trámite es personal", explicó.
Migración pretende atender 200 extranjeros por día. Al ordenar a las personas de acuerdo con un horario, las filas para gestionar una cita desaparecerán.
"El problema es que antes las fichas se podían negociar. Las de ahora son intransferibles", agregó el director Mario Zamora.