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Nicoya. La fantasía del desarrollo y el fantasma de la pobreza recorren juntos la pampa, advierte Nelson Gamboa, presidente de la Cámara de Comercio de Nicoya.
Era pasado el mediodía de ayer y en la calle un puñado de obreros demarcaba la carretera de entrada a la ciudad para recibir al Presidente de la República, Óscar Arias y sus ministros.
Hoy, ellos llegan para celebrar allí el Consejo de Gobierno como forma de conmemorar el 185 aniversario de la anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica. Pero, se encontrarán a los guanacastecos clamando por más fuentes de trabajo y seguridad.
“La península de Nicoya se nos está volviendo un ‘Limón dos”, agrega Gamboa, y afirma que la inseguridad y la pobreza van de la mano por las calles nicoyanas.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) para el 2008 revelan que la región Chorotega es la más pobre del país: el 26% de sus habitantes viven en la pobreza.
Los datos fríos tienen voz en los reclamos de ciudadanos como Anselmo Zúñiga, un carpintero de 59 años que regresó de las bananeras del Caribe para encontrarse con su Nicoya sin trabajo. Mientras saca rizos de madera con el escoplo, admite que se dedica, como muchos de sus vecinos, a trabajos ocasionales.
Eran las dos de la tarde mientras él hablaba en el patio de su casa, cerca del precario que rodea al barrio San Martín.
Hacen de todo. En la ciudad de Santa Cruz, la queja de la falta de trabajo se repite.
Ángel Enrique Martínez tiene 34 años de edad y cuenta, con la mirada perdida, que en la llanura hombres y mujeres se lanzan a las calles a vender bizcochos, refrescos, a cortar pasto en los potreros y arreglar cercas, en fin, a hacer cualquier cosa para llevar comida a la mesa. Él es operario de construcción y no tiene trabajo.
Trabajo; delincuencia. El alcalde de Nicoya, Luis Eduardo Gutiérrez, acepta que la falta de empleo golpea a su cantón, lo que dispara la pobreza de una zona que vivió un boom inmobiliario que no se sostuvo por la crisis económica internacional que frenó la construcción.
“A través de este año es muy difícil (frenar la pobreza), creemos que el empleo se irá generando con la salida de la crisis”, dijo Gutiérrez.
Las observaciones del alcalde chocan de frente con la petición de vivienda de los guanacastecos.
Pero ni la política o las causas técnicas de la pobreza y el desempleo le interesan a Ana Cubillo, una vecina de San Martín de Nicoya que vive en la pobreza.
“Falta trabajo, hay mucha pobreza y mucha inseguridad. Nos hacen muchas promesas y nada cumplen, faltan casas”, afirma.
El alcalde acepta que la inseguridad es un problema que aumenta cada día, y asevera que hacen esfuerzos con el Ministerio de Seguridad Pública y la Fiscalía para detener al hampa.
“Por supuesto que tenemos una falta de seguridad. Es importante destacar que en Nicoya sí ha habido un aumento en el número de casos de delincuencia, tachas y robos”, reconoce el alcalde de Nicoya.
Empero, cuenta ufano que hoy el presidente Arias inaugurará hoy un proyecto de 35 casas, que se une a otro ya comenzado.
