Ni el Ministerio de Salud ni las autoridades del sector turismo tienen una estrategia para evitar que la epidemia de dengue provoque el alejamiento de visitantes extranjeros y deje al país sin esos beneficios económicos.
Ya se publicaron en Europa informaciones sobre la epidemia de dengue –que acumula más de 22.000 enfermos y tres muertes en lo que va del año–.
El diario El País de España informó este fin de semana de que Costa Rica es la nación con más casos registrados en Centroamérica.
Según datos del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), en julio, agosto y setiembre ingresan regularmente más de medio millón de turistas extranjeros, quienes aprovechan la temporada de vacaciones para visitar el país.
El año pasado llegaron 513.000 en ese trimestre y dejaron $460 millones, según datos del Banco Central. Más de la mitad de ellos procedían de Estados Unidos y casi 70.000 eran europeos.
Sin atención. A pesar de la importancia de esos ingresos, los esfuerzos del sector turístico para combatir el dengue son aislados aún.

María Ethel Trejos, directora de Vigilancia de Salud del Ministerio, dijo que solo se trabaja en cooperación con el sector turístico a nivel local y todavía no hay un plan para todo el territorio nacional.
Tampoco existe una estrategia en la Cámara de Turismo de Costa Rica (Canatur). Su presidenta, Isabel Vargas, aseguró han intentado reunirse en varias ocasiones con Salud y no lo han logrado.
Vargas explicó que Canatur empezó a trabajar en labores de limpieza y sensibilización. Ellos participan del programa Costa Rica verde y limpia, desarrollado por la asociación Terranostra.
Con este plan pretenden que sus afiliados tomen conciencia y realicen un manejo correcto de los desechos, una de las principales fuentes de criaderos para el zancudo transmisor del virus, Aedes aegypti .
El Instituto Costarricense de Turismo (ICT) tampoco ejecuta acciones contra el dengue. De acuerdo con lo que dijeron sus voceros, el Instituto se limita a seguir las recomendaciones que le da Salud.
Solos. La alerta destapada en Europa podría provocar que los viajeros de esa parte del mundo dejen de viajar al país por miedo y desconocimiento.
Para evitarlo, algunos empresarios han tomado la iniciativa para contribuir a frenar la expansión del virus.
Es el caso del hotel Divisamar, en Manuel Antonio, Aguirre, que tiene su propio centro de acopio para materiales reciclables.
“Queremos dar al turista un lugar de vacaciones libre de zancudos y criaderos”, dijo Álvaro Asch, subgerente del hotel.
En Cóbano, Puntarenas (península de Nicoya), donde se ha registrado un brote de casos en las últimas semanas, los empresarios también aseguran tomar medidas por su cuenta.
Colaboraron los periodistas Diego Bosque y Mario Guevara.