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Un discurso de la diputada del PAC Nidia Jiménez generó un legítimo zafarrancho en el plenario del Congreso, esta tarde, cuando afirmó que el Gobierno ha tenido que echar a los actuales filibusteros de la política.
Las palabras de Jiménez, que incluyeron los términos "forajidos", "escoria" y "filibusteros", al usar un discurso de un líder de la campaña nacional de 1856, enojaron a los legisladores de la bancada del Partido Liberación Nacional (PLN) quienes le reclamaron a la legisladora que dijera nombres y no acusara al aire.
En su discurso, la oficialista dijo que hoy les toca a los congresistas de Gobierno echar de la política a los "filibusteros nacionales" que "obstaculizan el trabajo que puede darse en beneficio de los más pobres", abriendo las puertas al narcotráfico, en la evasión ruin del fisco, usurpando la identidad de las personas más humildes, detrás de la trata de personas.
Al escuchar esa intervención, los liberacionistas comenzaron a gritar a Jiménez y, al continuar la oficialista, entonces se tomaron sus cosas, se levantaron y salieron del plenario, enfurecidos porque se dieron por aludidos con los ataques de la legisladora.
Nidia Jiménez es representante del Partido Acción Ciudadana (PAC) por la provincia de Alajuela. A pesar de que su discurso era una defensa del informe de los 100 días del presidente Luis Guillermo Solís, el terremoto que generó su intervención obligó a Víctor Morales Zapata, el diputado de confianza del mandatario, a pedir perdón al PLN.
La más furibunda a raíz del discurso fue la guanacasteca Marta Arauz, del PLN, quien exigió respeto hacia las filas verdiblancas.
"Si ellos no andan sobre sus pasos y empiezan a respetar a la bancada más grande del Congreso, en adelante no van a obtener un solo voto de nosotros. (...) Ella nos trató de escoria, de horda de delincuentes, pero yo nunca me he robado un peso de nadie", dijo Arauz.
A pesar del fuerte choque partidario, antes de que se cumplieran cinco minutos de la ruptura del quórum que operó Liberación Nacional, regresaron a sus curules para no perder el pago de la dieta, parte de su remuneración como diputados.
