Escuchar
Spring, Texas. AP Un padre abrió fuego en una zona residencial de Houston y mató a cuatro de sus hijos y a dos adultos que los acompañaban. El hecho ocurrió en la noche del miércoles.
Además, hirió muy gravemente a su hija de 15 años, informaron las autoridades.
La adolescente aún fue capaz de llamar al 911 de emergencias y avisar que su padre pensaba ir a casa de sus abuelos para matarlos también, dijo el sargento Thomas Gilliland de la oficina del alguacil del condado.
El sospechoso finalmente se rindió tras tres horas de negociaciones con la Policía que lo había acorralado en un callejón sin salida cercano.
El Departamento del Alguacil dijo que la Policía fue alertada para ir a la casa de Spring, una zona residencial del norte de Houston, a eso de las 6 p. m del miércoles, donde encontraron a dos adultos y cuatro niños muertos. Un cuarto menor falleció después en un hospital.
Los muertos son dos niños de 4 y 14 años, dos niñas, de 7 y 9, una mujer de 33 y un hombre de 39, dijo el sargento Thomas Gilliland. El pistolero y su mujer estaban separados y ella vivía fuera del estado con todos sus hijos.
Pleito familiar. “Al parecer, y según nos han explicado los testigos, esto viene de una disputa derivada de la ruptura familiar”, dijo a los periodistas el asistente de jefe adjunto de Policía Mark Herman, de la Oficina del Condado de Harris, quien no explicó más.
Las autoridades tampoco difundieron la identidad ni de las víctimas ni del sospechoso, ni explicaron si los dos adultos que murieron estaban relacionados con los niños o el padre.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/A6R4D7KSWVDYRE7S4OVQTCZDW4.jpg)
Esta pareja, amiga de las víctimas, fue a dejar flores a la casa. | AP (David J. Phillip)
Gilliland dijo que la adolescente se encontraba en “estado crítico” en el Hospital Memorial Hermann en Houston.
Las autoridades dijeron que la información facilitada por la adolescente herida fue clave para detener al sospechoso, que protagonizó una persecución en la que se vieron involucrados más de doce patrullas que finalmente lo acorralaron.
Al verse acorralado, el sospechoso se atrincheró en su carro durante tres horas y, después de muchas negociaciones, fue arrestado sin oponer resistencia.
Gilliland describió al hombre como de unos 30 años, con barba “y fresco como una lechuga”.
