Damasco. AFP. Un esperado acuerdo de alto el fuego en Siria entró en vigor al primer minuto de este sábado, pero su aplicación en un país devastado por cinco años se anuncia como muy difícil de cumplir.
Exactamente a la medianoche se silenciaron las armas en los suburbios de la capital siria, Damasco, y en la norteña ciudad de Alepo, según corresponsales de la AFP.
La tregua, apoyada por una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, es la primera de este tipo en este conflicto que desde el 2011 ha dejado más de 270.000 muertos y obligado a más de la mitad de la población a exiliarse.
Además, el mediador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Siria, Staffan de Mistura, anunció el viernes su intención de convocar para el 7 de marzo una nueva ronda de negociaciones de paz, “con la condición de que se respete el cese de las hostilidades”.
El presidente Bashar al-Asad, cerca de 100 facciones rebeldes y las fuerzas kurdas anunciaron que respetarán la cesación de hostilidades.
Sin embargo, tanto el régimen sirio como su aliado ruso , al igual que la coalición internacional dirigida por Estados Unidos, podrán seguir atacando las posiciones del grupo Estado Islámico (EI) y del Frente al-Nusra, brazo local de al-Qaeda.
Tomando en cuenta que los yihadistas controlan más de la mitad del territorio sirio, el alto el fuego que entró en vigor al primer minuto del sábado solo se aplicará en una pequeña parte del país: en los suburbios de Damasco y en zonas de la provincia de Deraa, Homs y Alepo.
Al menos un 10% del territorio estaría concernido, según el geógrafo y especialista de Siria, Fabrice Balanche.El jefe del Frente al-Nusra, que selló alianzas con varias facciones rebeldes, urgió a todos los insurgentes a rechazar el cese del fuego e intensificar los ataques contra el régimen.
El gobierno sirio y los rusos bombardearon intensamente varios feudos rebeldes el viernes. Realizaron 180 ataques en la región de Damasco, el norte y el oeste de la provincia de Alepo, y contra las provincias de Homs y Hama, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) .
Decenas de bombardeos alcanzaron la Guta Oriental, uno de los más importantes bastiones de los rebeldes. Por su lado, las fuerzas del régimen bombardearon con fuerza su principal ciudad, Duma, donde cinco civiles murieron, según el OSDH.
Varios ataques aéreos también golpearon Jobar, un barrio periférico de Damasco donde el Frente al-Nusra es influyente.
La localidad de Daraya, cerca de Damasco, fue también blanco de bombardeos del régimen.
“Es como si ellos (Rusia y el régimen) quisieran dominar a los rebeldes en estas regiones o marcar puntos antes de la tregua”, declaró Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
Más dificultades. La aplicación del alto el fuego va a ser complicada, debido a que el Frente al-Nusra y otros insurgentes están aliados en diferentes regiones, frente a las fuerzas del gobierno.
“Los territorios son muy mixtos, en especial en Idleb (noroeste) y Alepo. Será muy complicado”, destacó Abdel Rahman.
Además de la complejidad en el terreno, las alianzas son muy diversas. Por un lado, Rusia, Irán y el Hezbolá chiita libanés apoyan al régimen de al-Asad .
Estados Unidos, Arabia Saudí y Turquía, en cambio, dan su espaldarazo a diversos grupos rebeldes. Rusia y Estados Unidos en particular golpean además a los grupos EI y Frente al-Nusra.
En Moscú, el presidente ruso, Vladimir Putin prometió este viernes continuar su “lucha implacable” contra el EI, el Frente al-Nusra y otras “organizaciones terroristas”, excluidas del alto el fuego. El proceso de paz será “complicado”, advirtió.
Esta mención de otras “organizaciones terroristas” va precisamente a complicar el proceso puesto que para el régimen de Asad y su aliado ruso, todos los grupos opositores al poder sirio son “terroristas”.
Turquía, otro actor importante en las negociaciones, está “seriamente preocupada” respecto a la viabilidad de la tregua.