Erbil, Irak. AFP y AP. Estados Unidos se implicó por primera vez en el conflicto iraquí desde que retiró sus tropas de Irak en el 2011, al bombardear ayer posiciones de yihadistas que amenazan el Kurdistán iraquí y a millares de cristianos desplazados.
Dos aviones estadounidenses atacaron posiciones del Estado Islámico (EI) en el norte de Irak, después de que la artillería de los extremistas sunitas disparó cerca de personal estadounidense en Erbil, dijo el Pentágono.
“El Gobierno iraquí y responsables iraquíes de todos los horizontes, partidos y confesiones nos pidieron este apoyo. Es el principio aplicado en este caso”, declaró Marie Harf, portavoz del Departamento de Estado.
El mando militar de Estados Unidos reanudó sus acciones en Irak cuando dos cazas F/A-18 arrojaron bombas de 227 kilogramos sobre una pieza de artillería y el camión que la remolcaba.
El Pentágono indicó que los extremistas utilizan la artillería para arrojar proyectiles sobre las fuerzas curdas que defienden Erbil, capital de la región autónoma curda de Irak, donde se encuentran un consulado estadounidense y al menos tres decenas de instructores militares de Estados Unidos.
Más tarde, Washington lanzó una segunda incursión aérea cerca de Erbil, dijeron funcionarios de ese país que solicitaron el anonimato porque no están autorizados a hacer declaraciones públicas sobre operaciones militares. Indicaron que un avión no tripulado eliminó un mortero, en tanto que cuatro cazas F/A-18 de la Marina destruyeron siete vehículos.
La Casa Blanca precisó que el presidente Barack Obama no ha fijado un límite de tiempo para los ataques aéreos estadounidenses en Irak, pese a temores de que Washington se vea arrastrado nuevamente al conflicto en el país árabe.
“El presidente no ha fijado una fecha específica”, dijo el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest, pero insistió en que “un conflicto militar prolongado que incluya el involucramiento estadounidense no está sobre la mesa”.
Tras la noche del miércoles, cuando las fuerzas kurdas se retiraron de Qaraqosh, los yihadistas tomaron posiciones en esta ciudad, situada entre Mosul, la segunda ciudad del país, que ya estaba en poder del Estado Islámico, y Erbil.
Según el patriarca caldeo Louis Sako, Qaraqosh, la mayor ciudad cristiana de la región, fue vaciada de su población. Estimó el número de cristianos que fueron expulsados de sus hogares en 100.000 .
Muchos de ellos trataron de entrar en el Kurdistán, aumentando la presión en este territorio autónomo de cinco millones de habitantes que ya recibió a cientos de miles de personas desde que EI comenzó su ofensiva, el 9 de junio .
Ya el domingo, la conquista de Sinjar, un bastión de la minoría kurdohablante yazidí, adepta de una religión preislámica en parte salida del zoroastrismo, había provocado la fuga de 200.000 civiles, según informó la ONU.
Luz verde a la acción. El presidente estadounidense Barack Obama había autorizado el jueves la intervención de aviones de guerra. La misión de estos aparatos también ha sido lanzar alimentos y agua potable a miles de personas que se esconden de los yihadistas en las desérticas montañas del norte.
En este contexto, la ONU afirmó ayer que preparaba la apertura de un corredor humanitario en el norte de Irak para permitir huir a los civiles amenazados por el EI.
Un alto funcionario de Defensa norteamericano confirmó que había comenzado una misión para salvar a los que permanecían bloqueados en las montañas lanzando “alimentos cruciales y agua”.
Francia afirmó que “asumirá la responsabilidad que le corresponde” en la lucha contra EI y el primer ministro británico, David Cameron, aprobó el viernes la decisión estadounidense, pero descartó sumarse a la operación militar.
Londres pidió a los británicos que están en las provincias kurdas iraquíes de Erbil, Sulaimaniya y Dohuk que las “abandonen ya”.