Beirut
Tras un nuevo fracaso en la ONU para ponerle un alto al fuego en Alepo –luego de que Rusia bloqueara una resolución de tregua impulsada por Francia ante el Consejo de Seguridad–, los bombardeos se mantuvieron durante la noche del sábado en la ciudad y, aún, este domingo, el régimen sirio y los rebeldes siguen en enfrentamientos.
Más de dos semanas después del inicio de una ofensiva a gran escala, el ejército sirio, apoyado por los bombardeos de la aviación rusa, sigue avanzando en la zona del este de Alepo, que desde 2012 está en manos de los rebeldes.
"Toda la noche hubo enfrentamientos terrestres, acompañados de violentos bombardeos y estos seguían este domingo, sobre todo en el barrio de Sheij Said (en el sur)", indicó a la AFP, Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El corresponsal de la AFP en la zona oriental de la ciudad también informó que durante la noche el ruido de los combates y los bombardeos fue sin cese y que siguen durante el domingo.
Alepo se ha convertido en el principal frente del conflicto sirio, que ha dejado más de 300.000 muertos en cinco años.
Unas 250.000 personas, incluyendo 100.000 niños, viven en los barrios controlados por los insurgentes y padecen, según la ONU, "la catástrofe humanitaria más grave vista en Siria".
Avanzada. Los bombardeos permitieron al régimen avanzar y tomar el control de Jandul, una intersección clave, indicaron el OSDH y el diario Al Watan, un medio cercano al régimen de Bashar al Asad.
El diario indicó que este avance permite al ejército posicionarse a partir de ahora a pocos metros de varios barrios rebeldes en el noreste y que ahora los sectores de Hellok, Inzarat y Ain al Tall son vulnerables a la artillería del régimen.
La ONG informó que, desde el inicio de la ofensiva, el 22 de setiembre, han muerto en el sector rebelde de Alepo 290 personas, la mayor parte de ellas civiles, incluyendo a 57 menores de edad.
En tanto, en los barrios controlados por el gobierno han muerto 50 civiles, incluidos nueve niños.
Este domingo, un niño murió y dos personas fueron heridas por fuego de cohetes lanzados por terroristas en el barrio de Hamdaniyé, en la parte controlada por el gobierno, indicó la agencia oficial Saná, un término que Damasco usa para denominar a combatientes rebeldes.
Todas las iniciativas diplomáticas para intentar lograr una tregua en la ciudad han fracasado. La localidad, segunda ciudad del país y antiguo pulmón económico de su economía, padece la peor catástrofe humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial.
Veto en la ONU. El sábado en la ONU, Rusia cumplió su palabra y, tal y como había anunciado, bloqueó una resolución de Francia para poner fin de manera inmediata a los bombardeos. El texto francés recogió el apoyo de 11 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, el rechazo de Venezuela y Rusia y la abstención de China y Angola.
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Es la quinta vez que Rusia utiliza su derecho de veto en la ONU en relación al conflicto en Siria.
Moscú presentó un texto alternativo, que pedía simplemente el cese de las hostilidades, el cual fue rechazado por nueve de los 15 integrantes del Consejo y aprobada además por Venezuela, Egipto y China, mientras Uruguay y Angola se abstuvieron.
Ambos textos demuestran una vez más la fractura existente entre Moscú y los occidentales respecto a la manera de solucionar el conflicto.
El presidente francés, François Hollande, había dicho antes de las votaciones que un país que su opusiera a la resolución francesa "quedaría desacreditado ante los ojos del mundo".
El régimen sirio está confirmando "con una brutalidad sin precedentes, su objetivo, ...que no tiene nada que ver con la lucha contra el terrorismo. El objetivo es la capitulación de Alepo", dijo por su parte desde el ministro de Relaciones Exteriores, Jean-Marc Ayrault.
"Todos tenemos en la memoria Guernica, Srebrenica y Grozny. Lo que se está desarrollando en Alepo es la repetición de esta tragedia", agregó.