Vladimir Putin modificó en setiembre de 2015 el rumbo del conflicto sirio mediante el respaldo, con bombardeos aéreos, al régimen de Bashar al-Asad. Seis meses después, volvió a transformar el panorama con el retiro "de la mayor parte" de las tropas rusas del país de Medio Oriente.
La salida parcial de las fuerzas militares llega en medio de una tregua, que se cumple con dificultades, y del inicio de una nueva ronda de negociaciones en Ginebra (Suiza), de donde podría salir la hoja de ruta para la transición política del conflicto.
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¿Por qué Rusia tomó esta decisión? ¿Qué está buscando? Estas son cuatro razones, explicadas con el apoyo de los analistas Carlos Murillo, Sergio Moya, Alejandro Barahona y Manuel Martorell, por las que Rusia está reduciendo su presencia militar en el país de Medio Oriente.
¿Objetivos cumplidos? La versión oficial de Rusia es que el repliegue se justifica porque la mayoría de los objetivos de la misión se cumplieron.
Rusia deja a un ejército sirio fortalecido, que se encontraba en graves dificultades a mediados de 2015, y a su aliado Bashar al-Asad con un papel importante en la definición del futuro de Siria (siga él o no en el poder).
Las fuerzas rusas también golpearon, de forma importante, las rutas de abastecimiento del Estado Islámico y terminaron con el asedio de los grupos rebeldes en el centro y oeste de Siria.
Las guerras son caras. Aunque los $2,5 millones diarios que gasta Rusia en el conflicto sirio no representan un lastre importante para su presupuesto de defensa, si son un gasto impopular dentro de un país que vive una crisis económica producto de las sanciones occidentales por el conflicto ucraniano y de la caída del precio internacional del petróleo.
Movimiento diplomático. El repliegue también es una medida de presión para que el régimen de Bashar al-Asad tome con seriedad las negociaciones de paz que se realizan en Ginebra. Rusia le muestra a al-Asad que el apoyo al régimen no es incondicional y que se tendrá que sentar a negociar su futuro dentro del país de Medio Oriente.
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La retirada también coincide con la intención de Putin de tener una mayor participación, mediante la vía diplomática, en conflictos internacionales. Lograr un "acuerdo de paz" para Siria sería un triunfo de suma importancia para la diplomacia rusa.
Además, la decisión distancia a Rusia del modelo de intervención de larga data que ha criticado anteriormente, por ejemplo las misiones estadounidenses de Afganistán e Irak.
Hay vuelta atrás. Una razón importante es que la decisión de reducir su presencia militar no impide a Rusia volver a enviar fuerzas a la región si lo considera necesario para proteger sus intereses.Además, pese al repliegue, Moscú mantendrá en Siria un "centro de logística aérea" en Rusia, unos 800 militares y el sistema antiaéreo S-400.