Washington, Londres y París. AP, EFE y AFP. Las potencias de Occidente están empeñadas en potenciar el combate armado del Estado Islámico (EI) y, con tal fin, preparan el envío de más fuerzas militares a Irak y Siria.
El martes, una serie de decisiones políticas ratificaron esa determinación:
Estados Unidos está desplegando tropas “especializadas” en Irak y Siria para ayudar a combatir al grupo yihadista, dijo el secretario de Defensa, Ashton Carter, quien destacó que su país está “en guerra” contra la agrupación ultrarradical.
El Gobierno de Alemania aprobó planes para enviar hasta 1.200 soldados a la coalición internacional, que encabeza Washington y que bombardea posiciones del EI.
En tanto, el Parlamento del Reino Unido se dispone a votar este miércoles una moción del gobierno de David Cameron para que autorice la participación del país en ataques aéreos contra el EI en territorio sirio.
Todo ello aconteció casi al tiempo que el presidente estadounidense, Barack Obama, instó a Rusia y Turquía a dejar a un lado sus tensiones por el derribo de un avión ruso en la frontera con Siria –la semana anterior– y a concentrarse en la lucha contra el “enemigo común”: el EI.
Las fuertes tensiones entre Moscú y Ankara complican aún más la lucha contra esa agrupación y una eventual solución política al conflicto sirio.
El enfrentamiento llevó a que el presidente ruso, Vladimir Putin, rehusara reunirse el lunes en París con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan.
Putin acusó incluso a Turquía de cubrir el contrabando de petróleo del Estado Islámico en Siria, que representa una de las principales fuentes de ingreso del grupo yihadista, razón por la que, según el mandatario ruso, Ankara derribó el avión ruso la semana pasada.
“Tenemos todos los motivos para pensar que la decisión de derribar nuestro avión fue dictada por la voluntad de proteger estas vías de paso del petróleo hacia el territorio turco, precisamente hacia los puertos donde es cargado en buques cisterna”, declaró.
Acusación rechazada por Ankara, que sigue sosteniendo que el avión había violado el espacio aéreo turco.
“Hemos hablado acerca de cómo Turquía y Rusia pueden trabajar juntos para aliviar tensiones y hallar un camino diplomático para resolver este asunto”, manifestó Obama tras reunirse en París este martes con Erdogan al margen de la conferencia sobre el clima.
“Tenemos un enemigo común (el EI ) y quiero asegurarme de que nos concentremos en esa amenaza”, insistió Obama.
El EI se atribuyó los atentados en París que mataron a 130 personas en París y la bomba que destruyó un avión civil ruso en el Sinaí egipcio. Hubo 224 muertos.
Beligerancia. En esta línea, el secretario Carter anunció ante el Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes el despacho de fuerzas especializadas a Irak, las cuales “con el tiempo serán capaces de realizar ataques, liberar rehenes, obtener información y capturar a líderes” de aquel grupo terrorista.
Añadió que el Pentágono está “preparado para expandir” el papel de esas fuerzas especiales que luchan contra el EI en Siria.
“Los operadores especiales estadounidenses tienen un amplio espectro de capacidades que hacen de ellos multiplicadores de fuerzas”, expuso Carter a los miembros del Comité. “Donde encontramos más oportunidades de emplear esa capacidad, estamos preparados para expandirla”, afirmó.
Alemania secundó esta disposición de enfrentar al yihadismo y espera la aprobación parlamentaria a un despliegue de 1.200 soldados y el envío de un avión Tornado de reconocimiento, aeronaves cisterna y una fragata.
La votación podría tener lugar el viernes y, dada la mayoría de que goza la coalición de Ángela Merkel, el respaldo parece darse por descontado.
El ministro de Relaciones Exteriores Frank-Walter Steinmeier dijo que no espera que los 1.200 soldados participen en la misión al mismo tiempo. La cifra es un límite máximo que, como es habitual con los mandatos militares, incluye un considerable “margen de seguridad” .
Otra votación, en la Cámara de los Comunes británica, podría dar luz verde, este miércoles, a la participación del país en el combate aéreo del EI.
El proyecto puntualiza que la intervención no incluirá tropas de tierra y formará parte “de una estrategia más amplia para traer la paz y estabilidad” a Siria.
El Gobierno conservador, que quiere asegurarse un amplio apoyo parlamentario, alude a la reciente resolución de las Naciones Unidas como “base legal” para el ataque, pues insta a los Estados a tomar “las medidas necesarias” para prevenir atentados del EI .
Además de parte del Partido Laborista, se oponen al ataque, el Partido Nacionalista Escocés (SNP) y varios conservadores.
No obstante, se espera que, al tener en este caso los laboristas libertad de voto, la moción pueda progresar.