Jerusalén EFE La plataforma de centro-laborismo Campo Sionista liderada por Isaac Herzog se sitúa a tres puntos de ventaja del derechista Likud del primer ministro, Benjamín Netanyahu, a una semana de las elecciones generales.
La encuesta, publicada por el canal de la Kneset (Parlamento israelí) y recogida por el diario Haaretz otorga 24 escaños a Herzog y su compañera de coalición, la exministra de Justicia y cabeza del centrista Hatnuá, Tzipi Livni, seguidos de cerca por el Likud con 21.
En tercera posición y con 14 escaños se sitúa el centrista Yesh Atid del exministro de Finanzas Yaid Lapid, sucedido con un diputado menos por la Lista Árabe Unida y el partido pro-colono y ultranacionalista de Naftalí Bennett, Hogar Judío, con 12 escaños.
Otras formaciones, como los socio-liberales Kalunu o los partidos ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido por la Torá obtendrían representación en la Cámara con 9, 7 y 6 parlamentarios, respectivamente, por delante del extremista Israel Beitenu del ministro de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman, y el izquierdista Meretz, ambos con cinco escaños.
Los datos, obtenidos de una muestra de más de 1.000 personas, arrojan luz sobre los posibles resultados que saldrían de las urnas el 17 de marzo.
Estancado. El estancamiento de Netanyahu, que pretende reelegirse por tercera vez, fue atribuido al polémico discurso del hoy primer ministro ante el Congreso estadounidense, ampliamente criticado por “electoralista”.
Netanyahu fue a Washington invitado por los congresistas republicanos, que dominan las dos cámaras, para hablar en contra de un eventual acuerdo con Irán sobre el programa nuclear de este último.
Netanyahu pretende que la comunidad internacional impida a Irán tener tecnología nuclear. El discurso terminó a enfriar las relaciones entre Netanyahu y el presidente estadounidense, Barack Obama.
Sin embargo, nada está definido: el poder Ejecutivo israelí es liderado por el candidato con más capacidad para formar una coalición estable y no el más votado, lo que podría dejar la llave del Gobierno en partidos menores que concedan o retiren su respaldo a las dos principales formaciones.
De acuerdo a esta lógica, Haaretz apunta a que Herzog podría hacerse con el apoyo de 56 de los 120 parlamentarios para formar Gobierno frente a los 55 que conseguiría Netanyahu.
El bloque de centro-laborismo encontraría a sus principales aliados en Yesh Atid, la Lista Árabe Unida y Meretz, mientras que el primer ministro podría alcanzar su tercer mandato consecutivo de la mano de formaciones más extremistas como Hogar Judío, Israel Beitenu y los partidos religiosos.
Ante esta situación, el recién creado grupo Kalunu, liderado por el antiguo ministro de Comunicaciones y Asuntos Sociales Moshé Kahlon, un ex likudista, podría ser la bisagra para abrir la puerta del Gobierno.
El diario The Jerusalem Post se hizo eco, ayer, de un inesperado espaldarazo a Herzog de la dirigente árabe del partido Balad, Hanín Zoabi, que podría impulsarlo a la jefatura del Gobierno.
“La Lista Común –que reúne a los partidos árabes– hará lo posible para asegurar que Netanyahu fracase”, dijo una fuente de la agrupación. “En el momento oportuno tomaremos la decisión correcta”, dijo.