Roma. AFP y EFE. Israel pidió ayer a Estados Unidos que se oponga a cualquier acción que recrudezca el conflicto entre Israel y Palestina, tras rechazar un proyecto de resolución que presentarán los palestinos ante la ONU para fijar plazo para el fin de la ocupación israelí.
“No aceptamos las tentativas tendientes a imponernos medidas unilaterales en un plazo determinado, mientras el islamismo radical se propaga en el mundo”, dijo Netanyahu en declaraciones difundidas por la radio militar israelí antes de viajar a Italia, donde se reunió con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.
En un comunicado, el Gobierno israelí informó de que durante la reunión, que duró tres horas, Netanyahu y Kerry abordaron la situación en Oriente Medio, la amenaza que representa el grupo terrorista Estado Islámico (EI) y el conflicto entre Palestina e Israel.
“Le he dicho a Kerry que los intentos de los palestinos y de algunos países europeos para imponer condiciones a Israel solo sirven para deteriorar la situación en la zona y son un peligro para nosotros”, alegó. “Por ello, nos opondremos con contundencia”, aseguró.
Netanyahu expresó, así, su postura sobre las negociaciones que mantiene el pueblo palestino con algunos de los países europeos, en particular Francia, Alemania y Gran Bretaña.
Presión a Israel. Los palestinos avisaron el domingo que tienen la intención de presentar mañana el borrador de un texto que instauraría un plazo de dos años para poner fin a varias décadas de ocupación israelí en sus tierras.
La diplomacia francesa lleva a cabo desde hace varias semanas consultas con Londres y Berlín, así como con Washington y Amán, para intentar consensuar un texto que cuente con el apoyo de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Este texto instaría a la rápida reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos con base en una serie de grandes líneas como la coexistencia pacífica de Israel y de un Estado palestino, pero sin fijar una fecha para la retirada de los territorios.
“En el contexto de ausencia de un proceso de paz, que alimenta las tensiones en el terreno, es imperativo avanzar rápidamente en un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”, afirmó ayer un portavoz de la Cancillería francesa. París busca también impedir que Washington gestione este asunto, según fuentes diplomáticas.
Estados Unidos todavía no ha decidido si apoyará o impondrá su veto a esta iniciativa europea, manifestaron funcionarios de ese país a los periodistas que acompañan a Kerry.
Según fuentes diplomáticas, Francia intentaría conseguir un compromiso de los palestinos, quienes se muestran divididos entre aquellos que quieren ir más rápido y los que se muestran más proclives a una transacción.
El veto estadounidense al proyecto defendido por los palestinos parece inevitable, en la medida en que Washington se opone a cualquier medida unilateral por parte de los palestinos de cara a obtener de Naciones Unidas el reconocimiento de un Estado. Considera que este debe ser el resultado de las negociaciones de paz.
En este sentido, un responsable del Departamento de Estado aseguró que “imponer un límite de dos años" no es la manera de abordar “una muy complicada negociación”.
Netanyahu ya había descartado categóricamente el domingo la idea de una retirada de Cisjordania y de Jerusalén Este antes de dos años.
“Nos enfrentamos a la posibilidad de un ataque diplomático; dicho de otra manera, a un intento de imponernos a través de decisiones de la ONU una retirada a las líneas (fronterizas) de 1967 en un plazo de dos años”, afirmó.
Esta retirada “llevaría a los islamistas extremistas a las afueras de Tel Aviv y al corazón de Jerusalén”, según el primer ministro. “No lo permitiremos. Lo rechazamos firmemente y de manera responsable”, aseguró.
El secretario de Estado norteamericano multiplica actualmente sus reuniones en Europa para intentar relanzar el proceso de paz, asunto que abordó el domingo por la noche con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.