Gaza y El Cairo. AFP, EFE y AP. Las gestiones y llamados a establecer un alto el fuego en la franja de Gaza seguían cayendo en saco roto pues tanto Israel como el grupo islamista Hamás seguían empecinados en el enfrentamiento armado, que ya dejó más de 570 palestinos muertos, en su mayoría civiles, y 25 soldados israelíes.
Un día después de la jornada más sangrienta del conflicto, el balance aumentó ayer: por lo menos 55 palestinos muertos, entre ellos 16 niños; unos 70 cuerpos hallados en los escombros y siete soldados israelíes fallecidos.
En tanto, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, llegó el lunes en la noche a El Cairo para tratar de impulsar una tregua en la Franja , donde dos semanas de ataques han dejado ya a más de 100.000 personas desplazadas.
Trabajo diplomático. Los esfuerzos diplomáticos se intensificaron en la capital egipcia. Allí, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió que los “inaceptables” combates debían “cesar ahora”. “Lo que hemos visto los últimos días es inaceptable”, insistió en El Cairo. El funcionario tiene previsto viajar hoy a Israel.
También pidió la vuelta a las negociaciones de paz, que se interrumpieron desde el 29 de abril.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer que Kerry tenía como misión en El Cairo promover un cese del fuego inmediato en la franja de Gaza.
“Israel ya le ocasionó perjuicios significativos a la infraestructura terrorista de Hamas en Gaza”, dijo Obama en un comunicado leído en la Casa Blanca.
“Nuestra prioridad y la prioridad de la comunidad internacional –añadió– es obtener un cese del fuego para poner fin a los combates y preservar la vida de civiles inocentes, tanto en Gaza como en Israel”.
Kerry anunció $47 millones de ayuda humanitaria para los civiles de la franja de Gaza, principales víctimas del conflicto que se desencadenó el 8 de este mes.
Por su lado, el jefe de la Liga Árabe, Nabil al-Arabi, presionaba anoche al movimiento islamista palestino Hamás para que acepte la proposición egipcia de una tregua.
Hamás condiciona un acuerdo en tal sentido a que Israel levante el bloqueo desde 2006 contra la franja de Gaza, la apertura de la frontera con Egipto y la liberación de decenas de detenidos.
Las expectativas de un alto en las hostilidades se veían complicadas ayer, toda vez que Israel y Egipto no mostraban mayor interés por tal objetivo.
El principal dirigente de Hamás en la franja de Gaza, Ismail Haniye, reiteró que la meta de su agrupación es poner fin al bloqueo.
“No podemos volver, no podemos volver a la muerte silenciosa que significa este bloqueo... Gaza ha decidido poner fin al bloqueo mediante sangre y coraje” , dijo.
Presión militar. A la vez, el ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon, expresó ayer que estaba preparado a continuar la ofensiva “mientras sea necesario” para detener la lluvia de cohetes y otros ataques desde Gaza.
Israel busca con este quinto conflicto desde la retirada unilateral de su Ejército de Gaza, en el 2005, romper la capacidad de Hamas para lanzar cohetes y para infiltrarse en su territorio israelí a través de túneles.
Unos 60 proyectiles lanzados desde Gaza alcanzaron el lunes suelo israelí sin causar víctimas.
Los servicios sanitarios palestinos informaron de cuatro muertos en el bombardeo por blindados de un hospital de Gaza , condenado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). El impacto de un misil en un inmueble residencial dejó 11 muertos, incluyendo cinco niños.
El domingo, un bombardeo israelí dirigido contra un miliciano de Hamás en Jan Yunes (sur de la Franja), mató a 25 miembros de la familia de Abu Jameh, en el iftar, la comida de ruptura del ayuno del Ramadán, según testigos y la ONG israelí B’tselem.