París. AFP. Más ataques contra más objetivos y una coalición abierta a Rusia: la ofensiva contra el Estado Islámico (EI) se aceleró tras los atentados de París, pero no llevará a ninguna parte sin una solución política en Siria, dicen expertos.
En un giro espectacular, Francia, que antes tenía reservas acerca de la intervención rusa en Siria, propuso a Moscú asociarse a una gran coalición contra el EI , apenas cuatro días después de los ataques que mataron a 129 personas en París.
El Kremlin anunció de inmediato una “coordinación más estrecha” de los militares y los servicios de inteligencia de ambos países.
Al referirse a la próxima llegada del portaviones Charles de Gaulle al Mediterráneo oriental, Vladimir Putin ordenó “establecer un contacto directo con los franceses y trabajar con ellos en calidad de aliados”.
Rusia, que hasta ahora ha atacado sobre todo a la oposición moderada al régimen de Bashar al-Asad, desplegó medios contra el EI y atacó su bastión de Raqa con bombarderos estratégicos y misiles.
“En cierta medida, Putin logró reintegrarse a la comunidad internacional, tras haber sido excluido” a causa de la anexión de Crimea , destacó Michel Goya, historiador militar y profesor del Instituto de Estudios Políticos (IEP) de París.
Rusia probablemente también revisó su estrategia en Siria tras el atentado con bomba reivindicado por el EI contra un avión de pasajeros ruso que mató a sus 224 ocupantes el 31 de octubre tras despegar de Egipto.
Paralelamente, la Aviación francesa, que realiza ataques en Siria desde setiembre, intensificó sus operaciones contra el EI con tres bombardeos en 48 horas con aviones Rafale y Mirage.
El objetivo es “atacar de manera más inteligente todos juntos a Daesh (acrónimo del EI en árabe), causarle daño con blancos más agresivos”, indicaron fuentes diplomáticas francesas.
Los aviones de la coalición comenzaron a bombardear camiones cisterna y sitios de aprovisionamiento en petróleo que significan importantes ingresos para la organización. Podrían además tomar por blanco rutas importantes para el EI en el este de Siria, precisó una fuente gubernamental francesa.
“Se puede ir un poco más lejos en cuanto a objetivos”, señaló un responsable militar francés, que advirtió sobre el riesgo de daños colaterales. “La muerte de un inocente fabrica diez combatientes”, agregó.
Pero los bombardeos no serán suficientes por sí solos para invertir el conflicto en un país donde la población sunita cede cada vez más a la tentación yihadista.
En primer lugar, los medios de la coalición “no son tan importantes” y la contribución de Francia “es una gota de agua” con apenas siete bombardeos en Siria en dos meses, señaló Michel Goya. Los norteamericanos realizaron 2.500 ataques en un año en Siria; es decir, lo que los israelíes hicieron en un mes contra Hamás, con un resultado militar muy reducido, indicó.
Para que los bombardeos resulten más eficaces, habría que implicar helicópteros de combate, aviones de ataque e incluso infantería liviana y fuerzas especiales para acercarse más al adversario, estimaron analistas.
Pero los estadounidenses y franceses excluyen toda intervención en tierra.
Por su parte, la oposición siria está demasiado dispersa, demasiado dividida y es demasiado permeable al islamismo radical como para lanzarse a una ofensiva terrestre contra el EI.
Los bombardeos corren además el riesgo de resultar contraproducentes si atacan puntos neurálgicos de la economía.
“Si le quitamos a la gente sus recursos básicos, se verán obligados a huir o sumarse al EI”, señaló Hasan Hasan, analista del centro de estudios Chatham House de Londres.
Para Michel Goya, la cuestión de los sunitas sigue siendo central. “Si no se resuelve ninguno de los problemas que hicieron que surja y prospere el EI, va a volverse todo muy complicado (...) es necesario un proyecto político que englobe a los árabes sunitas”, insistió.
Ese proyecto y su corolario, el mantenimiento o no del presidente Bashar al-Asad en el poder, está en el centro de las negociaciones iniciadas en Viena entre rusos, occidentales, iraníes y países del Golfo para impulsar una salida política pacífica en Siria.
“No habrá solución militar en Siria, se necesita una solución política. Y se necesita mucho tiempo antes de que ganemos contra Daesh en Siria”, insistió.