Lima. AFP. Todo el mundo da por hecho que Keiko Fujimori, hija del último autócrata de Perú, Alberto Fujimori, será quien coseche más votos en los comicios de este domingo , pero que serán insuficientes para alcanzar la Presidencia, por lo que la auténtica batalla se libra por el segundo puesto de cara al balotaje.
La candidata de izquierda Verónika Mendoza , quien ha dado un salto espectacular en los últimos días en los sondeos, y Pedro Pablo Kuczynski , un experimentado político de centroderecha, luchan palmo a palmo para asegurarse un lugar en la segunda vuelta, el 5 de junio.
En los últimos sondeos, divulgados el viernes para consumo externo (está prohibida su difusión en Perú en la semana previa a la elección), estos dos candidatos aparecieron con un empate técnico.
La respuesta puede estar en el comportamiento del 9% de ciudadanos indecisos.
Dos ofertas opuestas. En un país donde la palabra “izquierda” genera sarpullido en amplios sectores, Mendoza, congresista y psicóloga de 35 años, postulada por el Frente Amplio, propugna más Estado.
Impulsa un Estado que promueva el desarrollo y gestione sectores estratégicos, como el energético, “para tener un rol más activo en la recuperación de nuestro gas, petróleo u otros” y para proteger el medio ambiente, reducir la minería y abocarse a potenciar el turismo.
Kuczynski, político de 77 años, tan seguro de sí mismo que ha creado un partido con las siglas de su nombre PPK (Peruanos Por el Kambio), cuenta con amplia experiencia en puestos ministeriales y es un ferviente partidario de la economía de libre mercado.
Los dos aspirantes al segundo puesto representan a dos generaciones, a dos idearios políticos distintos y su electorado dibuja la cartografía social del país.
La primera, oriunda de Cusco, en el sureste del país y capital del imperio inca, atrae a las clases populares, más numerosas, y al sector rural.
El segundo, más cosmopolita, que trabajó en Wall Street y el Banco Mundial, arrastra a un electorado urbano educado y pudiente, sobre todo en la capital, Lima, que con sus cerca de 10 millones de habitantes es el mayor centro electoral del país.
Pero su suerte puede ser distinta en caso de llegar a la segunda vuelta, el 5 de junio. Según los sondeos, Kuczynski vencería a Keiko Fujimori en un duelo entre los dos, mientras que esta desbancaría a Mendoza.
“La segunda vuelta es un partido de fútbol nuevo y se empieza con el marcador en cero”, dijo el economista Jorge González.
Los aproximadamente 23 millones de electores, obligados a votar por ley, tendrán que elegir solo entre dos candidatos y no entre los 10 que concurren el domingo a la primera vuelta de la elección presidencial.
Keiko Fujimori, quien ya perdió los comicios anteriores frente a Ollanta Humala, acapara un tercio de las preferencias de voto, casi las mismas desde el principio de la campaña.
En el haber de Fujimori padre , figura el fin de la violencia de las guerrillas de izquierda, sobre todo de Sendero Luminoso, y la reversión de un desastrosa situación económica tras llegar al poder con una hiperinflación galopante.
Pero muchos son los que tienen grabados a fuego las violaciones a los derechos humanos y la corrupción que campó y acabó con su presidencia, y que le han valido una condena de 25 años de cárcel.
Las protestas que cada 5 de abril recorren el país en recuerdo del autogolpe de Fujimori en 1992, se han vuelto, con el correr del tiempo, en “una actitud más amplia, no solo de izquierda, sino de gente de cualquier ideología que defiende el Estado de derecho”, indicó un editorial del diario La República, publicado el viernes.
La principal perjudicada, según el editorialista Augusto Alvarez Rodrich, es la propia Keiko Fujimori, pese a sus esfuerzos por distanciarse de las posiciones autocráticas en las que se sustentó el partido fundado por su padre.