Buenos Aires AP Sindicatos de empleados públicos cesaron el miércoles sus actividades y realizaron protestas en Buenos Aires y otras ciudades de Argentina, en rechazo a miles de despidos en la Administración Pública, en la primera huelga que enfrenta Mauricio Macri desde que asumió el poder.
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El momento central de la jornada de protesta, que se inauguró con bloqueos en las arterias principales de la capital y en distintas carreteras del país, fue en la plaza de Mayo, donde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA) y grupos radicales de izquierda, se concentraron en reclamo del cese de los despidos y la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores.
Miembros de la CTA advirtieron de que si Macri, un conservador que asumió el poder en diciembre, desoye los reclamos, la protesta de 24 horas se repetirá.
“Basta de despidos, reincorporación ya”, rezaban varias de las pancartas que portaban los manifestantes en Buenos Aires.
Daniel Llanes, técnico superior en estadística de salud de la Municipalidad de Pilar -40 kilómetros al norte de la capital- que se concentró con otros compañeros en la Plaza de Mayo, afirmó: “acá hay gente que tiene miedo a perder su trabajo y es solidaria con las 25.000 personas que perdieron sus puestos”.
El reclamo de muchos trabajadores es un aumento de sueldo de 40%. Daniel Llanes, trabajador de la salud, se quejó de “un aumento excesivo en precios de la canasta de alimentos y en los servicios. Se habla de alzas de 600% en tarifas de luz, y un trabajador municipal recibe un sueldo básico equivalente de entre $320 y $450”.
Integrantes del sindicato de los empleados de bancos públicos cortaron algunas calles para exigir la reincorporación de trabajadores despedidos y advertir en panfletos que “no resignarán el objetivo de recuperar el poder adquisitivo de los salarios severamente afectados por una brutal devaluación” de más de 40% que se produjo en diciembre.
Al paro también adhirieron controladores aéreos, lo que determinó que Aerolíneas Argentinas advirtiera a los viajeros que los vuelos podrían verse afectados por demoras y cancelaciones.
José Peralta, secretario general de la CTA en Buenos Aires, llamó a movilizarse también por “los despidos que se producen en el ámbito privado y la pérdida del poder adquisitivo de todos los trabajadores estén o no incluidos en el sistema laboral formal”.
“Se está tratando de disciplinar a la clase trabajadora en lo inmediato, como estrategia para condicionar las negociaciones salariales”, dijo el sindicalista en referencia a las rondas de conversaciones abiertas en distintos sectores para establecer nuevos aumentos que contrarresten la inflación, que economistas y sindicatos calculan de 35% para 2016.
Argentina es el país con mayor inflación en América Latina después de Venezuela.
Los manifestantes también exigen aumentos en las jubilaciones y de distintos subsidios sociales y se oponen a un nuevo protocolo de organización de las protestas callejeras anunciado por el gobierno que prevé en determinadas instancias la desconcentración mediante el uso de la fuerza policial.
Macri se ha propuesto reducir el Estado por considerar que la última administración de Cristina Fernández (2007-2015) lo sobredimensionó. Recientemente reconoció 6.200 despidos de empleados públicos y advirtió que podría ordenar más, lo que ha puesto en pie de guerra al sindicato de estatales.
Los despidos corresponden a distintas áreas del Poder Ejecutivo y según el gobierno se trataron de casos justificados en los que se comprobó que incluso había personas que no concurrían a su lugar de trabajo.
ATE ha denunciado en tanto que en los últimos dos meses se han producido unos 25.000 despidos “en todas las modalidades de contratación existentes en los tres niveles del Estado, a lo que se suman jubilaciones compulsivas”.