Después de ser durante cinco meses el chivo expiatorio por el ingreso de dinero del narcotráfico en la campaña liberal de 1994, Fernando Botero Zea rompió su silencio esta semana y hundió a Colombia en la peor crisis política?
Hijo del más renombrado artista plástico colombiano, de quien lleva el mismo nombre, el exministro de Defensa, director general de la campaña electoral de Ernesto Samper y, hasta el lunes pasado, amigo personal del Presidente, ha sido la figura noticiosa más relevante de esta semana.
El 9 de agosto pasado, Botero Zea fue arrestado por orden de la Fiscalía, con base en las acusaciones hechas por Santiago Medina, extesorero de la campaña del Partido Liberal. Este, a su vez, había sido arrestado por recibir un cheque del cartel de Cali, por $40.000, durante la campaña electoral.
Medina confesó el ingreso de $6 millones del narco en las finanzas electorales y acusó a Botero y a Samper de estar al tanto de ello. Las pruebas incriminaron al entonces Ministro de Defensa y permitieron su arresto solo siete días después de que renunció al cargo para defenderse.
En ese momento, el polítologo, graduado en la Universidad de los Andes, en Santafé de Bogotá, perdió la prominencia que había logrado dentro del mundo político colombiano.
Botero surgió de las filas del Partido Liberal, del cual fue directivo, y de ahí pasó a las filas electorales de Samper; se convirtió en pocos meses en su hombre de confianza, junto con el actual Ministro del Interior, Horacio Serpa.
Samper, con Botero como director de campaña, ganó en mayo de 1994 las elecciones a la Presidencia, pero sin el margen suficiente que le permitiera hacerse con el cargo; por ello debió ir a segunda ronda contra el conservador Andrés Pastrana.
Ahora, Botero confiesa que entonces comenzaron las anomalías. "Las encuestas mostraban que perdíamos las elecciones" y no había dinero para financiar nueva publicidad.
"Entonces, comencé a ver gente extraña" alrededor de Samper, y el dinero empezó a entrar, afirmó ante la fiscalía, tras agregar que no quiso preguntar quiénes eran para no confirmar sus sospechas de que se trataba de miembros de los carteles.
Según los analistas, el hecho de que Medina fuera puesto en libertad, en noviembre pasado, "tras colaborar con la justicia" y de que Samper en diciembre fuera absuelto por una comisión del Congreso, "por falta de pruebas", rompió la paciencia de Botero.
Su confesión de que el Presidente "sí sabía" del ingreso de dinero del narco y de que este "planeó, programó y ejecutó" la recepción de esos fondos, amenaza ahora con tumbar el gobierno de Samper.