La Habana
Los cubanos y extranjeros residentes en la isla podrán comprar libremente un auto nuevo o usado en comercializadoras estatales a partir del 3 de enero del 2014, gracias a un decreto ejecutivo del presidente Raúl Castro, publicado este martes.
Esas personas naturales "pueden adquirir en las entidades comercializadoras ciclomotores de combustión interna, motocicletas, autos, autos rurales, paneles, camionetas y microbuses", dice la norma, que entra en vigor el próximo viernes.
El decreto establece que la importación de vehículos estará a cargo de agencias de ventas cubanas autorizadas por el Estado, los que impondrán un recargo hasta del 20% a los autos nuevos.
Las agencias estatales también gravarán otro recargo del 8%, un impuesto del 10%, más los costos de operación dentro del país. Ello quiere decir, que el ciudadano que adquiera el vehículo, pagará alrededor de un 50% del costo original.
Esas ganancias, según la disposición, serán entregadas a un Fondo de Financiamiento del Transporte Público.
"Teniendo en cuenta, que el desarrollo del transporte público es una prioridad para el beneficio de la población, se ha decidido que los ingresos adicionales, incluidos los impuestos, que se obtengan por la venta liberada de vehículos, serán destinados a un fondo para su financiamiento", señala el decreto.
También se podrá comprar libremente vehículos de segunda mano, proveniente de entidades estatales de alquiler de autos a turistas.
Además, se elimina la "Ley de Exenciones y Franquicias de Carácter Diplomático", que permitía al cuerpo diplomático comprar autos libre de impuestos.
La venta de autos en Cuba estuvo regulada por el Estado durante 50 años y los autos nuevos eran vendidos a personas autorizadas por su desempeño laboral en empresas estatales, artistas y deportistas destacados.
El reglamento señala que las personas que actualmente tenían carta de autorización para comprar un auto tendrán prioridad para adquirirlo.
La importación de automóviles es parte de las más de 300 reformas que aplica el gobierno de Raúl Castro para "actualizar" el agotado modelo económico cubano. Desde el año 2011, la administración castrista autorizó la compra-venta de autos de uso entre personas naturales.